Por Patrick Fort
Desde Madrid

Un año después del traspaso record del francés Zinedine Zidane al Real Madrid, los clubes de fútbol de la Liga se apretaron el cinturón y privilegiaron la continuidad de sus planteles. Fue el Madrid el que volvió a sorprender con la contratación de Ronaldo, pagando 35 millones de euros y, eventualmente, 10 millones más si el Inter no acepta la cesión de un jugador del equipo madrileño.
Los abucheos impidieron al presidente del Valencia, Jaime Orti —que condujo el club 2002 a su primera victoria en la Liga desde 1971—, hablar durante la presentación del equipo a los seguidores a principios de agosto. La única razón era que el club no realizó ninguna contratación, augurando una política de ahorro a la que los socios no están acostumbrados.
La línea seguida por el Real Madrid no es muy diferente. Tres grandes salarios abandonaron el equipo (Karanka al Athletic Bilbao, Geremi al Middlesbrough y Savio al Burdeos). Hasta Ronaldo, ningún nuevo jugador se había integrado al plantel, con la excepción de Esteban Cambiasso, que en realidad ya era jugador del club y estaba a préstamo en la Argentina.
Lo mismo pasa en el Deportivo La Coruña, que se contentó con el defensor portugués Jorge Andrade y con el internacional paraguayo Roberto Acuña, que ya demostró su valor en la Liga (jugó 153 partidos, marcó 20 goles) en su antiguo club, Zaragoza, que descendió.
Sólo dos clubes se esforzaron financieramente: el Barcelona y el Atlético de Madrid. El Barça logró contratar a Riquelme y al ex valencianista Gaizka Mendieta. En cualquier caso, el club se deshizo del caro Rivaldo, y las cifras del traspaso de Riquelme (6 millones de euros) o de Mendieta (cedido) no alcanzaron las del mismo Mendieta la temporada pasada, cuando pasó del Valencia al Lazio por 48 millones de euros.
El Atlético de Madrid, por su parte, había anunciado la llegada de varias estrellas. La prensa hablaba de Mendieta, Claudio López, Diego Simeone o Juninho, pero los hinchas tendrán que conformarse con los delanteros españoles Javi Moreno y José Mari (Milan), el brasileño Emerson (La Coruña) y el italiano Demetrio Albertini.
Los clubes más modestos tampoco realizaron grandes cambios. Algunos de ellos aprovecharon los problemas financieros de los grandes. El Betis, por ejemplo, contrató al centrocampista brasileño Marcos Asunçao (Roma) y a Alfonso (Barcelona), mientras que el Espanyol se hizo con el volante español Oscar de la Peña y el francés Alain Boghossian, tras ceder al goleador yugoslavo Savo Milosevic.