Los valores que paga la Conmebol por los derechos de televisión no reciben aumentos significativos desde hace años. Un dato basta para confirmarlo. Después de la grave crisis del 2001 y cuando se discutía si la Copa Libertadores del 2002 corría peligro porque la CSF y TyT Sports Marketing (la empresa que posee los derechos de TV) no se ponían de acuerdo en las cifras, por cada partido de la primera fase se pagaron 100 mil dólares. Hoy, los clubes apenas cobran un 10 por ciento más de aquella cifra.

Luis Nofal, por entonces el director ejecutivo de TyT, una compañía argentino-brasileña, le enviaba una nota a la Confederación en la que solicitaba una reconsideración del contrato con el cual se cubrían los gastos. Aquel pedido significaba una quita de entre el 30 y 40 por ciento de los valores que se habían acordado en el año 2001: unos 40 millones de dólares por todo el certamen.

Por eso, los cinco clubes argentinos que participaron en la edición de 2002 (Boca, River, San Lorenzo, Vélez y Talleres de Córdoba), no recibieron los 150 mil que se habían pactado por cada encuentro de la primera fase. Y desde esa quita, el panorama se modificó muy poco.

Ni siquiera con el ingreso del Banco Santander, el nuevo patrocinador de la Copa a partir de este año, hubo grandes mejoras. La Conmebol recibe 7 millones de euros por temporada, sólo en concepto de publicidad. Y el contrato para apoyar el torneo se extiende por cinco años, hasta 2012. El principal grupo financiero español de América latina es el mismo que invirtió en la Fórmula Uno con la escudería McLaren, cuando tenía juntos a los pilotos Fernando Alonso y Lewis Hamilton.