“Siempre pensé que la final de la Copa Davis sería 50 y 50 –se sinceró el suizo Roger Federer–, quizás un poco más para Argentina cuando Rafa (Nadal) todavía iba a jugar; ahora que no juega, obviamente lo veo más como un 65-35.” El número 2 del tenis mundial ganó su primer partido en el Masters de Shanghai ante un rival insospechado, pero fue más allá del encuentro y no ocultó su favoritismo: “De todas formas, nunca se sabe, yo todavía creo que Argentina probablemente va a ganar”.

Federer ganó su partido contra Radek Stepanek, número 26 del mundo y primer suplente en Shan-ghai, 7-6, 6-4, después de que el estadounidense Andy Roddick, el sexto jugador del mundo, se retirara por lesión. “Siempre estás preparado para noticias como ésta, con los suplentes alrededor por los vestuarios y en todas partes, pero me enteré después del calentamiento” que le tocaba enfrentarse con otro jugador. “Creo que quizás era más fácil jugar contra Andy, obviamente, que contra Radek, que jugaba por primera vez en un Masters.”

Federer, que había caído en su debut contra el francés Gilles Simon, necesita ahora vencer al escocés Andy Murray, ya clasificado, para estar en las semifinales. “Si gano, paso, es una situación muy parecida a la del año pasado, excepto que entonces me clasifiqué antes del último partido”, señaló.

“A Federer le gané tres veces, me gustaría que fueran cuatro”, dijo ayer Murray, que venció 6-4, 6-2 a Gilles Simon. Confrontado, el suizo aseguró que “(Murray) sería estúpido si dijera otra cosa”. Federer contó luego que volvió a sentir complicaciones físicas como las que sufrió a comienzos de temporada: “Empecé a sentirme muy mal después del partido con Simon y poco antes de irme a la cama, me levanté a la mañana y me sentía muy mal. No pude ni entrenar, no salí de la habitación, hubiera sido imposible jugar ayer (por el martes)”.