Hoy a las 18 comenzará a escribirse una nueva historia en materia de producción, comercialización y distribución del futbol televisado en la Argentina. La presidenta Cristina Fernández recibirá al titular de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, para revisar los últimos detalles en la negociación que podría modificar sustancialmente el modelo de televisación del fútbol profesional. Tal como adelantó ayer Página/12 , el acuerdo que está a punto de concretarse se basa en una (inédita) asociación entre el Estado y la AFA para comercializar de manera conjunta las imágenes de los torneos. La asociación se daría a través de una empresa mixta en la que el Sistema Nacional de Medios Públicos, los clubes y la AFA formarían parte del directorio. La sociedad por crearse luego convocaría al sector privado a través de licitaciones que pondrían a la venta la transmisión en directo de una porción importante de partidos de las distintas divisiones del fútbol argentino.

La asociación entre el Estado y la AFA permitiría cubrir los déficit de unos cuantos clubes de Primera, que atraviesan problemas financieros y mantienen deudas con planteles de jugadores, cuerpos técnicos y entes públicos como la AFIP. La sociedad mixta por crearse tendrá un presupuesto de 600 millones de pesos al año. Ese monto será el dinero que el Estado pagará a los clubes para que la sociedad en cuestión se quede con los derechos de comercialización del fútbol televisado. En el Gobierno son conscientes de que esa erogación será la principal crítica que recibirá el acuerdo con la AFA. El planteo ya se está escuchando entre los bloques opositores. Desde el Gobierno, y también desde sectores que acompañan esta decisión, como el relator Víctor Hugo Morales, responden que los 600 millones de pesos serán recuperados con los ingresos por publicidad y la venta de derechos a canales del exterior.

“Son paquetes publicitarios inmensos. No se olvide de que Fútbol de Primera solía medir muchos puntos. Los ingresos por publicidad podrían ser enormes”, argumentó a Página/12 un funcionario de la Secretaría de Medios. A los miembros del Ejecutivo que están trabajando en la reforma del modelo de televisación tampoco les preocupa la cuestión operativa y técnica que significa poner al aire varios partidos que se están jugando al mismo tiempo y en distintos puntos del país. “Hay que recordar que la toma de imágenes y la transmisión desde el punto de origen estaba tercerizada (por Televisión Satelital Codificada). No hay ninguna posibilidad de caos. La toma de imágenes la hacen un conjunto de quince pymes que tienen repartido el país. Además, están organizadas en una cámara de móviles de televisión que las agrupa”, recordó a este diario el mismo funcionario. Aparte de esas pymes de la TV, el Estado pondría tres unidades de exteriores del Canal 7 exclusivamente al servicio de la transmisión del fútbol.

La sociedad mixta que quedará a cargo de la comercialización de los partidos –de la que la AFA formaría parte de la conducción– tendría la potestad de ofrecer a empresas privadas la transmisión en vivo de cierta cantidad de partidos en cada fecha del campeonato. Ese ofrecimiento podría ser una licitación nacional y hasta internacional. Eso permitiría que canales de televisión argentinos y extranjeros pudieran competir para transmitir por sus pantallas determinados cotejos del torneo local. En el Gobierno se comenta que tanto Telefé como América ya hicieron saber su interés. También estaría interesado en sumarse al negocio del fútbol el multimillonario mexicano Carlos Slim.

Considerado uno de los dos hombres más ricos del mundo, Slim tiene mucha influencia sobre el campeonato azteca: Telmex y Telcel, compañías telefónicas y de celular de su propiedad, son los principales anunciantes del canal 5 de la cadena Televisa. Para que estos nuevos actores puedan incorporar el fútbol a su programación, antes deberá resolverse una discusión legal que está planteando el grupo empresarial que tenía el contrato rescindido esta semana. Según algunos planteos de TyC, el estatuto de la FIFA, de la cual Grondona es el vicepresidente senior, prohíbe que el Estado pueda ofrecer servicios de transmisión de fútbol en los países miembros. El tema está siendo estudiado con mucho detalle por abogados y especialistas en el marco jurídico de los medios tanto la AFA como del Comfer.