El director técnico interino de Boca, Abel Alves, no escatimó ayer en su arenga a los jugadores para intentar salir de la crisis futbolística lo antes posible y para intentar no desaprovechar la oportunidad que mañana le dará el superclásico en Mendoza por la Copa Revancha, donde no podrá contar con el delantero Martín Palermo, convocado por Diego Maradona para el amistoso que la Selección jugará el martes frente a Costa Rica, en la provincia de San Juan.

“El partido lo encararemos pensando que enfrente estará River y lo jugaremos como la final de un mundial”, adelantó Alves en un diálogo con Radio La Red, en el que evaluó la situación del equipo y comentó que “todos tienen que dar más” para salir de la crisis, aunque aclaró que “las cosas no salen mal porque los jugadores no tengan ganas, simplemente no se dan”. De todas formas, el flamante entrenador consideró que “en Boca hay material para salir adelante” y se mostró feliz por poder trabajar con el manager Carlos Bianchi. “Es un placer estar más cerca de Bianchi, espero poder aprender mucho de él”, remarcó. Justamente, fue Bianchi quien le comunicó ayer por la mañana a Alves su cambio de rol en el club.

En cuanto a su primera práctica a cargo del plantel, Alves destacó que “el objetivo fue descomprimir, porque había una tensión tremenda. Mañana (por hoy) hablaremos profundamente y armaremos la lista de los convocados para el superclásico”.