“El drama hace del Dakar una competencia como no hay otra”, asegura. Está disputando su quinta edición y mantiene la misma emoción de siempre. Sobre todo cuando al arribo al vivac los espectadores la saludan por su nombre.

“Me regalaron un osito de peluche, lo voy a bautizar ‘Osito Córdoba’.” Annie Seel es una de las seis mujeres que participan en la categoría de motos y probablemente la más conocida de las once mujeres que toman parte del Dakar 2011. Vencedora del Challenger femenino en la edición pasada y 45ª en la clasificación general, forma ya parte del paisaje del Dakar desde su primera participación, en 2002. En 2009, la primera edición en Sudamérica, Seel se rompió la nariz al caerse de su moto, pero aun así logró llegar al final de la prueba. Apodada la Princesa del Desierto, Seel contribuye a la consolidación de la presencia femenina en el Dakar, que completan asiduas competidoras como Silvia Giannetti (67ª el año pasado), Cristina Meier (85ª) y Mirjam Pol (1ª mujer en la edición de 2009).

Mientras Seel es la segunda mujer clasificada en la disciplina (llegó 52ª a Tucumán), Pol aparece tercera, pero en el puesto 94º. La Giannetti, en cambio, está más retrasada y figura 140ª.

Este año se suman a ellas dos debutantes, la británica Jennifer Morgan (que muestra su inexperiencia ubicada en la 148ª) y la décupla campeona del mundo de trial Eulalia “Laia” Sanz. “Es mi primer Dakar y no quiero plantearme ningún resultado. Por otro lado, me siento halagada porque creen que puedo hacerlo bien.” La catalana, de 24 años, anda en moto desde pequeña y corre con el veterano Jordi Arcarons, que fue cuatro veces segundo en el Dakar (sin poder ganarlo nunca) y se había retirado siete años atrás. Laia es la mujer mejor ubicada entre los motociclistas, en la 41ª posición, a solo 42m21s del líder Cyril Despres.

La participación femenina no se limita a las motos, puesto que Camelia Liparoti participa en la categoría de cuatriciclo: fue 13ª en el 2010, tercera entre la clasificación femenina y ahora marcha 21ª, cinco puestos por delante de Marcos Patronelli.

Campeona mundial en andinismo, Isabelle Patissier no le teme al volante y conduce un buggy Nissan con singular pericia: está 24ª, a poco más de una hora de Carlos Sainz –y delante de la mayoría de los argentinos– y quiere mejorar el 17º puesto final que logró en 2009, mientras que Christine Favre navega a su marido Frederic en la camioneta Toyota que comparten y ya la ubicaron en el 81º lugar.

La alemana Andrea Mayer (Nº 563) y la española Fina Roman (Nº 517) completan el cuadro femenino en la categoría de camiones, donde también compiten en equipos mixtos, aunque no toman el volante. Una marcha 40ª, la otra 23ª. Paradójicamente, ambas van a bordo de sendos camiones MAN...