Por A. G.

Emanuel Ginóbili y los Spurs lograron su objetivo. Con el triunfo 88-77 sobre New Jersey Nets, San Antonio liquidó la serie 4-2 y obtuvo el segundo título de la NBA de su historia. El bahiense tuvo una planilla aceptable, con 11 puntos gracias a 7-10 simples, 2-4 dobles y 0-4 triples. Además capturó siete rebotes, robó dos balones y entregó una asistencia en 33 minutos. La gran figura del campeón fue Tim Duncan, con 21 puntos, 20 recobres, 10 asistencias y 8 tapas.
Tal vez por los nervios del posible título, los Spurs arrancaron muy imprecisos en ataque pero, sobre todo, muy permisivos en defensa. Con un goleo bien repartido y Richard Jefferson como bandera, los visitantes tomaron rápidas ventajas, que sostuvieron entre los 6 y 8 puntos durante un largo rato. Muchas pérdidas y malos porcentajes en los tiros de campo se transformaron en las claves para que San Antonio volviera a no poder anotar siquiera 20 puntos en el primer cuarto. Tantos errores motivaron que Gregg Popovich cambiara la habitual rotación y produjera modificaciones constantes, como el ingreso de Ginóbili antes de los 3 minutos de juego o la aparición de Steve Kerr en el segundo cuarto.
Sin embargo, nada funcionaba, salvo cuando Duncan tomó protagonismo sobre el final del primer tiempo. Con ese argumento, más una ostensible mejora en defensa, San Antonio llegó a igualar el marcador, aunque un triple de Jason Kidd les devolvió el liderazgo a los visitantes. En ese pasaje, Ginóbili se mostró muy agresivo en ataque y provocó tres faltas de sus defensores, aunque una pobre eficacia en libres sólo le permitió anotar tres puntos.
Un comienzo flojísimo de Parker en el tercer cuarto les dio margen a los Nets para dispararse en el marcador: recién cuando Popovich sentó al armador titular, San Antonio consiguió achicar el margen y pasó al frente con dos triples de Jackson a falta de seis minutos. Un parcial de 18-0 sentenció el juego y le dio el título a los Spurs. Así Ginóbili obtuvo su anillo de campeón en la primera temporada en la NBA.