El trágico accidente en San Pablo transforma al Arena Corinthians en el segundo escenario de los doce previstos para la Copa del Mundo en riesgo de no llegar a tiempo a la fecha tope establecida por la FIFA para la entrega de los estadios al comité organizador. Aunque la empresa constructora Odebrecht informó dos semanas atrás que el 94 por ciento del proyecto ya estaba completo, le queda poco más de un mes, hasta el 1º de enero de 2014, para acabar la obra a término.

El mismo problema sufre, sin que por fortuna haya mediado tragedia alguna, el Arena Pantanal, el estadio que se construye en Cuiabá, la capital del estado de Mato Grosso, una ciudad de poco menos de 545 mil habitantes a la que se decidió dotar con un renovado estadio con capacidad para 45 mil espectadores, un poco menos del 10 por ciento de la población. En el proyecto se presupuestó un costo de 239 millones de dólares, todavía subejecutado porque los responsables de las obras admitieron que “con suerte” llegarán a terminar el estadio a mediados de febrero, unos 45 días después de la fecha tope impuesta por la FIFA.

Sobre esa operación, la Controladora General de Brasil (CGU) detectó este año un gasto irregular de 43 millones de dólares de los 239 presupuestados. Algo similar sucede con el Arena Amazonia en Manaos, sobre el que la CGU determinó un sobreprecio de 43 millones de dólares. Se llevan gastados ya 286 millones en ese escenario, sobre el que se trabaja 24 horas diarias para cumplir con los plazos previstos.

Construidos con un fasto que está en el ojo de la tormenta y genera un malestar social que no se disipa, tanto el Pantanal como el Amazonia serán sede sólo de cuatro partidos, cada uno, de la Copa del Mundo. Y el uso posterior es dudoso. Por ejemplo, en Manaos, el equipo más popular de la ciudad, el Nacional, lleva entre tres mil y cuatro mil fanáticos por partido. En Cuiabá, el Mixto Esporte Clube tampoco arrastra multitudes a la cancha. Esos estadios van camino a transformarse en los auténticos elefantes blancos del Amazonas y el Mato Grosso.