La eliminación del Flamengo y el Botafogo dejó al fútbol brasileño inmerso en una profunda autocrítica, tras una primera fase de la Copa Libertadores con pobres resultados. Campeón de las últimas cuatro ediciones del principal certamen continental –Internacional de Porto Alegre en 2010, Santos en 2011, Corinthians en 2012 y Atlético Mineiro en 2013–, el fútbol brasileño apenas logró clasificar a tres de sus seis representantes a los octavos de final en 2014. Sólo el Cruzeiro, que se impuso 3-0 al Real Garcilaso peruano, salvó el miércoles una “noche negra” que acabó con la eliminación de dos poderosos equipos cariocas. El Flamengo cayó 3-2 ante el mexicano León en pleno Maracaná y el Botafogo perdió con San Lorenzo. Así, por primera vez en 16 años, no habrá en octavos de final equipos del denominado “eje Río-San Pablo”, las dos mayores y más ricas ciudades del país. La eliminación de los cariocas se sumó a la del Atlético Paranaense.