La historia del fútbol argentino encadenó sus instantes más valorables a partir de una identidad que provocó la atracción mundial. Inclusive, hasta los propios europeos sintieron la necesidad de “copiar” el estilo de juego de esta parte de Sudamérica. En las últimas horas, River provocó una nueva reacción sobre los caminos para alcanzar el éxito. El equipo conducido ahora por Astrada había dado una gran exhibición ante Independiente, con el sello característico que envuelve la identidad de Núñez.
Curiosamente, esa misma idea es la carta de presentación del conjunto de Avellaneda, con la bandera de Ricardo Bochini como máximo exponente. Como River desentonó tanto en Colombia ante el Tolima, como el último domingo frente a Banfield, una porción del ambiente futbolístico castigó aquella demostración de contundencia.
Pero al mismo tiempo quedó bien claro que River obtuvo el reconocimiento cuando desplegó su mejor versión sobre el campo. De esa forma llegó a la punta del torneo Clausura, y ahora se ubica en el segundo lugar detrás de Talleres, líder luego de una seguidilla de 12 goles en los primeros cuatro encuentros; así como Racing es escolta con ráfagas de juego ofensivo. Como el único fin sigue siendo la obtención de resultados, parece que tomar riesgos máximos aún sigue siendo una consigna irrenunciable.