Finalmente, el regreso de Martín Palermo a Boca, que se daba como un hecho, quedó frustrado. El delantero no aceptó incluir en el contrato una cláusula por la cual en el primer año debería jugar un mínimo de 25 partidos. La postura del club en cuanto a este punto es inflexible, pues la dirigencia boquense pretende obtener garantías, teniendo en cuenta las dos graves lesiones que sufrió el futbolista a lo largo de su carrera: una rotura de ligamentos cuando jugaba en Boca y otra dolencia en un talón cuando actuaba en el Villarreal, de España.
Las bases para la firma de un contrato por tres años parecían haberse logrado luego de arduas negociaciones llevadas a cabo en los últimos días, pero ayer al mediodía las dos partes coincidieron en que las tratativas concluyeron en un fracaso. Dada la situación, Boca reanudó los contactos para lograr el pase del delantero paraguayo José Saturnino Cardozo, del Toluca, de México.
El representante de Palermo, Gustavo Mascardi, declaró que la cláusula contractual exigida por la entidad “va en contra de cualquier pensamiento o cualquier legislación. Los contratos son para jugar. Es una condición muy rara que no puede ser aceptada por Martín (Palermo)”.
Interrogado sobre si en alguno de los contratos que Palermo firmó en Europa se incluyó una cláusula de esas características, el empresario reconoció que “en el último contrato (con Alavés, de España) había algo parecido, pero tirado de los pelos, porque él tenía el deseo de jugar allá. No vamos a firmar más ese tipo de contrato. No vamos a cometer de nuevo el mismo error”.
Por su parte, el encargado del Departamento de Fútbol Profesional de Boca, José Beraldi, explicó que “con la buena predisposición de ambas partes, llegamos a un acuerdo en los números. Estaba todo arreglado pero no hubo acuerdo en el tema de la cláusula. Fue una lástima porque nosotros queríamos al jugador otra vez en Boca. Aceptamos la postura del futbolista pero, sin esa condición, la operación no podrá realizarse”, remarcó Beraldi.