Incluso antes de la renuncia de Miguel Brindisi, el nombre de Bielsa recorrió los pasillos de la Bombonera, por sugerencia de algunos dirigentes. Le gusta también a Macri, que es finalmente quien decide en Boca. El hecho de que haya renunciado recientemente a la Selección, argumentando falta de energía, no lo limitaría para comenzar a trabajar en Boca en enero próximo. Es serio y trabajador, y posee una fuerte personalidad; es un fanático de los esquematismos, quizá su talón de Aquiles, pero defensor de un juego ultraofensivo que lo reivindica. Como entrenador fue campeón con Newell’s en el ’91 y con Vélez en el ’98, y con la Selección obtuvo el título en el Preolímpico y en los Juegos Olímpicos de Atenas, ambos este año.