“No se puede discutir la diferencia y la victoria de Brasil. Pero hay partidos que son fatales y éste fue uno de ellos. Primero, dos remates al arco y dos goles y luego un gol lapidario al comienzo del segundo tiempo”, se lamentó José Pekerman tras la goleada. “Después de una derrota así, uno siente mucho dolor.”
Para Pekerman “les salió todo redondo a ellos y lograron una victoria contundente. Tendremos que trabajar y recuperarnos. Argentina intentó jugar y ése es el lado positivo. Esta Selección está intentando integrar a los jugadores”. Según el entrenador, “el cansancio se sintió, pero ése no es el argumento para explicar la derrota, ya que se habría notado al final del encuentro y a los 16 minutos ya iban 2-0. Tuvieron una gran eficacia”, explicó.
“Pero no tenemos que alarmarnos por este resultado que nos duele mucho. El impacto es fuerte, pero debemos pensar que fue un partido más, que no salieron las cosas”, analizó el entrenador.
“Los dos primeros goles nos tocaron bastante, luego reaccionamos, fuimos a buscarlos, pero no tuvimos contundencia y sentimos mucho el tercer gol. Nos caímos bastante y se abrió mucho el equipo”, señaló Juan Pablo Sorín. “Si hubiésemos aprovechado las oportunidades que tuvimos antes del descanso hubiese sido distinto, pero cuando comenzamos el segundo tiempo, con el 3-0 se acabó el partido, más allá del coraje que pusimos”, señaló el capitán.
“Hoy acertaron ellos; en Buenos Aires acertamos nosotros y eso te hace cambiar todo un partido”, opinó Esteban Cambiasso. “La mayoría de los jugadores pasó al ataque, pero no pudimos concretar; en Brasil, por ejemplo, es difícil encontrar una jugada de Emerson llegando al área rival. Lo que pasó hoy es que ellos acertaron muy bien con dos goles espectaculares”, añadió.
Sorin coincidió en que “quizás al equipo le faltó más precisión para definir y para marcar y Brasil hizo mejor las cosas. Es una noche triste para el fútbol argentino. Perder una final, además con Brasil y de la forma que la perdimos duele en el alma”, sintetizó el capitán.