A partir de hoy, y durante tres días, la FIFA tomará las pruebas definitivas a los 82 árbitros asistentes que tienen chance de participar de la próxima Copa del Mundo. En la concentración que se llevará a cabo en Frankfurt, una de las ciudades sede del certamen, el comité evaluador designará a los sesenta jueces de línea que actuarán en los 64 partidos del torneo. Sin embargo, la gran novedad del plantel de árbitros asistentes la entrega la francesa Nelly Viennot, que tiene la posibilidad de convertirse en la primera mujer en dirigir un partido mundialista. Viennot es ama de casa, vive en las afueras de París, tiene 44 años y es madre de dos hijas. Fue designada por la Federación Francesa para que represente al arbitraje de aquel país y ahora tiene la posibilidad de quedarse con una de las 60 plazas disponibles.

La presencia de Viennot entre el selecto grupo no resulta tan sorprendente, teniendo en cuenta que acumula una gran experiencia en la liga local y en las competiciones continentales. Es asistente internacional desde hace 11 años y ya participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y en los de Atenas 2004. Además, fue árbitro principal en el Mundial femenino de 2003. También actuó en numerosos encuentros de Copa UEFA y Champions League, como el partido de ida de los octavos de final entre Glasgow Rangers y Villarreal disputado en Escocia. Otro hito de su carrera fue dirigir como juez principal en 2003 el encuentro entre AIK Solna, de Suecia, y Fylkir, de Islandia, lo que significó ser la primera mujer en arbitrar un partido de esa competición.

Pero no sólo tiene antecedentes positivos. La francesa vivió una situación crítica en 2000, cuando el 21 de diciembre de aquel año se desempeñaba en el encuentro entre el Estrasburgo y Metz de la liga de su país. En aquel momento, la parcialidad local arrojó una bomba de estruendo, que cayó muy cerca de donde se encontraba Viennot. La asistente cayó inconsciente por el fuerte impacto y el partido debió ser suspendido por ese acontecimiento. Ahora, buscará otro record para hacer historia.