Zidane negó que existieran problemas en la selección de Francia y afirmó que “nunca hubo un abismo” entre el seleccionador Raymond Domenech y él, contrariamente a lo que habían asegurado los medios al principio del Mundial. “Todo estuvo claro desde el principio”, afirmó el astro.

“Esa mirada, cuando salgo, es porque estaba muy decepcionado. Empatamos 0-0 contra Suiza, 1-1 contra Corea del Sur, salgo en el minuto 90... ¿Qué pensaban? ¿Que voy a lanzar una gran sonrisa y chocar la mano de todo el mundo? No, porque soy alguien que muestra sus emociones. Me expliqué con el entrenador después, no hay ninguna preocupación por ese lado.”

El jugador había impuesto condiciones para retornar a la selección y se especulaba que eso había creado tensiones con el técnico Domenech.

“Se dijo que no llamaba al entrenador de la misma forma que a los otros entrenadores. Era un falso debate –declaró–. Siempre respeté a todo el mundo y todavía más a mis entrenadores. El problema es que quieren hacerme decir cosas que yo no he dicho. Si tuviera algo que decir, se lo habría dicho a él y es lo que hice en sucesivas ocasiones.”