DEPORTES • SUBNOTA › JAVIER SAVIOLA HABLA DE LA SELECCION
“Hay jugadores para dar espectáculo con la pelota, no podemos ir contra natura”, dijo.
› Por Luis Martin *
Desde Murcia
–¿Qué supone para la Selección el relevo de Pekerman en el banco?
–Supone más en lo personal, porque conozco a José desde hace muchos años, que en otras cosas. Pasé momentos muy buenos trabajando con él y finalmente me dio la confianza de jugar en un Mundial defendiendo la albiceleste, seguramente lo más grande que le puede pasar a un futbolista. Gracias a su confianza durante tantos años tuve la oportunidad de cumplir un sueño. Basile, por su parte, es un entrenador muy respetado en Argentina y hay que darle tiempo, porque sabemos que es capaz de hacer un buen trabajo. En nuestro país tiene mucho crédito. Todos esperamos que tenga suerte y sepa llevar al equipo a lo más alto.
–¿Tuvo tiempo para advertir las diferencias que piensa imponer Basile en el equipo con respecto al juego que buscaba Pekerman?
–En la Argentina hay una constante, con independencia de quién sea el entrenador: hay que ganar, porque la expectativa es salir campeón o salir campeón. En un país como el nuestro se tiene claro que siempre hay que estar en lo más alto; el objetivo es el mismo, jugués en la categoría en que jugués. La camiseta obliga. Puede ser que se cambien cosas, detalles del juego, porque cada entrenador tiene su idea, pero se trata de estar arriba siempre. Y eso pasa por ganar. La mentalidad no varía con uno o con otro. La Argentina quiere ganar. El equipo tiene que ser fiel a su estilo, y tratamos de jugar bien al fútbol. Tenemos jugadores para dar espectáculo con la pelota, no podemos ir contra natura.
–¿Le sorprendió que Pekerman abandonara el cargo después que Argentina no se clasificara para las semifinales del Mundial?
–José tomó su decisión al creer que había cumplido un ciclo. Y todos respetamos su decisión. Ganó con todos los equipos que trabajó en las categorías inferiores y dejó huella: tres campeonatos del mundo más uno en calidad ya de supervisor de todas las selecciones. Es un técnico muy importante y si optó por dejarlo, su decisión fue verdadera y no puedo ponerle un solo reparo.
–¿Y que renunciara Riquelme? ¿Qué le pareció?
–Nos cayó por sorpresa, es cierto. Pero seguro que lo pensó y, siendo así, todos apoyamos su postura porque tendrá sus motivos. Estamos con él y lo apoyamos en este momento difícil.
–Pekerman fue muy criticado por los cambios que hizo en el partido de cuartos de final del Mundial contra Alemania, cuando los mantuvo a usted y a Messi en el banco con el empate 1-1 y los locales cansados. ¿Cómo lo vivió usted?
–Argentina hizo un muy buen Mundial y quedó fuera por el mata-mata. A él no lo juzgo ni le puedo reprochar nada. En los penales, si fallás te vas. No hay revancha, te vas afuera si te equivocás.
–¿Teme que a la Argentina le afecte todavía el golpe de caer eliminada en la tanda de los penales en un Mundial?
–No hay razón para eso. En Alemania pudimos culminar algo que intuíamos que podía ser importante: se formó un gran grupo que trabajó bien y mereció algo más alto. Caímos con el local y basta, punto y aparte.
–¿Qué tiene Messi?
–¡Todo! Sobre todo talento, mucho talento. Leo es increíble. Gracias a Dios juega en el Barcelona y es argentino, así que lo tengo siempre al lado. Desborde, gambeta, velocidad, gol, humildad, osadía... tiene juventud y parece veterano por cómo asume la responsabilidad.
–¿Es el momento de la generación 2001, la que ganó el Mundial Sub-20 con usted, y jugadores de la talla de D’Alessandro, Coloccini, Maxi Rodríguez y Gaby Milito?
–Sí, por ahí tal vez llegó el momento de que demos un paso adelante. Puede que sea el momento de asumir mayor responsabilidad, aunque siempre que te ponés la camiseta de la Selección Argentina, asumís un desafío, es evidente. La generación de Bielsa o la que empezó con Pekerman son distintas de la Argentina actual. Hay que mezclar la experiencia con la juventud. Es necesaria gente que esté de vuelta con gente que tire del carro y ahí debemos estar nosotros como base. Y los nuevos, claro, porque en la Argentina no paran de salir jugadores.
–Lleva 34 partidos y 10 goles con Argentina. No parece que Batistuta, el máximo goleador de la Selección, con 56 goles, esté preocupado.
–El Bati es un referente, un mito incuestionable como lo fue Diego (Maradona) o gente como el Cholo (Simeone). Ni ahí aspiro a parecerme; me basta con poner algo, un granito, comparado con lo que ellos le dieron al equipo y contribuir modestamente a hacer un poco más grande la historia del equipo.
–¿Le resulta especial jugar contra la selección española?
–Para mí, lo verdaderamente especial es jugar con la Selección Argentina. Es especial sea contra quien sea.
–Pero tiene a su amigo Xavi enfrente. ¿Eso no lo motiva?
–¡Y claro! Xavi fue y es algo más que un compañero. Y está Carles (Puyol), un tipo bárbaro, un capitán enorme. Pero principalmente, me convocan para la Selección y eso lo eclipsa todo; jugar para la Selección es más importante que hacerlo contra quien sea. Aunque, claro, jugamos en España y contra gente muy cercana.
–La llamada de Basile, por la situación que atraviesa en el Barcelona, ¿lo carga de autoestima?
–No, no tiene nada que ver. La Selección es aparte. Es lo mejor, es lo más grande. Cada vez que me llaman es como si tuviera diez años y los reyes me trajeran otra pelota.
–Si la hinchada canta “Argentina es un sentimiento”, ¿España es un “despelote”, como dice Joaquín?
–Reconozco que al llegar me costó entender cómo se vive la selección en España.
–¿Por qué?
–Por lo distinto; se vive de otra manera. Para nosotros es muy especial, nos sentimos muy orgullosos. No digo que para los jugadores de aquí no lo sea. Yo veo a Puyol y a Xavi cuando los llaman y los veo orgullosos, y pelean. Tal vez la diferencia se percibe más en la gente: vas a un lugar y no alientan mucho, no ven los partidos, la prensa no respeta... En la Argentina se protege a la Selección, es intocable, está por encima de los clubes y por encima de todo.
–¿Y su rendimiento?
–Me extraña porque tiene muy buenos jugadores. Pero encadenó dos malos resultados y cuando eso pasa, el rendimiento baja.
–¿Le sorprende que no juegue Raúl?
–¡Claro! Raúl fue la cara de la Selección en los últimos diez años. Si mando yo en el equipo, Raúl lo juega todo. Pero no se puede decir nada; el fútbol vive del presente y quien manda dice que no juega.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12
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