El sobrino de Marcelo Cejas, el hincha de Tigre que murió el lunes pasado luego de ser atacado por barrabravas de Nueva Chicago, contó ayer que su tío, al ser alcanzado por una pedrada, “cayó al piso y, todavía consciente”, le pidió que se “fuera corriendo”. El joven de 16 años, que junto a su tío había ido a la cancha del club de Mataderos a presenciar el partido con Tigre por la Promoción, comentó que todo sucedió cuando se volvían “caminando para buscar el colectivo 21 que nos llevara de vuelta”. Y explicó: “Entonces aparecieron unos 15 o 20 de Chicago. Mi tío llevaba puesta la camiseta de Tigre por arriba de la ropa, porque siempre lo hacía, era fanático. Empezaron a gritar y a tirar piedras”.

El joven aclaró que “una piedra vino volando desde un costado y le pegó en la cabeza. Cayó al piso y, todavía consciente, me pidió que me fuera. Cuando me alejaba, vi que le dio el celular a un muchacho. Después me enteré que fue quien llamó al hermano de mi tío, a Horacio”.

“Casi al mismo tiempo –indicó el joven– le empezó a dar un ataque, temblaba en el piso, tenía convulsiones y le salía sangre de la cabeza. Corrí para que no me alcanzaran y después un auto me levantó y me acercó hasta San Fernando. Cuando llegué supe que ya estaba muerto.”

Por su parte, Héctor, uno de los hijos de Marcelo Cejas, pidió ayer “justicia” y reveló que su padre estudiaba para ser abogado. “A mi papá lo mataron porque llevaba la camiseta de Tigre, al que amaba”, comentó el chico de 22 años. Héctor remarcó que, luego del partido, su padre fue alcanzado por varias piedras y en un momento “cayó al piso y, todavía consciente, fue llevado al hospital, donde luego murió”. Muy consternado, Héctor agregó: “Mi padre era un excelente hombre, trabajaba de carpintero, además era sonidista y también estudiaba abogacía. El quería ser abogado. Estamos todos muy tristes”.

Según fuentes policiales, la agresión que provocó la muerte del hincha sucedió en la intersección de la Avenida Cárdenas y San Pedro, cuando un proyectil le impactó en la sien izquierda. El golpe le fracturó el cráneo, y Cejas permaneció caído en la calle durante veinte minutos, con la cabeza cubierta de sangre y los ojos cerrados.

Los restos de la víctima fueron velados ayer por la tarde en una casa velatoria del partido bonaerense de San Fernando. Los gastos “serán totalmente cubiertos por el club Tigre, del que Marcelo era hincha de corazón”, afirmó un allegado.