ECONOMíA › LOS DIRIGENTES AFIRMAN QUE LOS CORTES DE RUTA LOS FORTALECIERON
Las cuatro entidades del campo anunciarán hoy la continuidad de la protesta que ya suma trece días. Sólo resta definir si será por tiempo indeterminado o fijarán una fecha en la cual volver a analizar la situación.
› Por Fernando Krakowiak
Las cuatro entidades del campo se reunirán hoy por la tarde en la sede de Confederaciones Rurales Argentinas para definir cómo sigue el lockout agropecuario que iniciaron hace trece días. Las fuentes consultadas por este diario aseguraron ayer que la protesta continuará, pero aún resta definir si será por tiempo indeterminado o fijarán una fecha en la cual volver a analizar la situación, tal como hicieron el miércoles pasado.
Las entidades dejaron claro ayer a través de un comunicado que el lockout seguirá firme. “Instamos a continuar con los reclamos tendientes a solucionar los problemas que venimos padeciendo desde hace largo tiempo por políticas erróneas aplicadas para granos, carnes, leche, trigo, economías regionales y un sinnúmero de actividades que realiza nuestro sector”, reza el texto donde también se informa la creación de una comisión de enlace para monitorear la evolución de los acontecimientos. Sin embargo, la decisión formal se anunciará hoy.
Los dirigentes rurales consideran que los numerosos cortes de ruta que se vienen registrando en distintas localidades del país los han fortalecido. Por eso insistirán con el lockout hasta que el Gobierno dé marcha atrás con las retenciones móviles. Del lado oficial, la lectura es completamente opuesta. Los funcionarios dicen que las encuestas muestran una baja adhesión de la ciudadanía a la protesta chacarera y ayer volvieron a dejar en claro que no negociarán mientras continúe el lockout. Incluso evalúan la posibilidad de cerrar las exportaciones de carne, leche y granos, tal como adelantó Página/12 el viernes, pues consideran que así les meterán más presión a los productores. El titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, buscó ayer disuadir al Gobierno sobre la conveniencia de esa medida al afirmar que si se llegan a cerrar las exportaciones “se prende fuego el país”.
Por la tarde, el dirigente rural defendió la protesta ante unos quinientos productores en el cruce de las rutas 90 y 18 al norte de Santa Fe. “Esta verdadera rebelión agraria que comenzó movilizándose contra la suba de retenciones hoy está clamando por una nueva política para el interior del país”, aseguró. En el mismo acto fue más allá al afirmar que “el mismo gobierno que instauró el 24 de marzo como celebración de la memoria hoy (por ayer) manda a la Gendarmería a pegarles a los chacareros y permite que grupos parapoliciales amenacen a los productores. Estamos viviendo un proceso de colombianización muy peligroso”.
La protesta del campo tiene la particularidad de haber logrado la movilización de pequeños productores que creen estar protagonizando el Grito de Alcorta y reclaman una reforma agraria junto con otros grandes chacareros que sólo pregonan la eliminación de las retenciones porque cuestionan la intervención del Estado por definición. Los discursos de izquierda y las prédicas liberales hasta ahora se han entrelazado sin inconvenientes. Al Gobierno le sería más fácil negociar con los pequeños productores, pero la intransigencia que mostraron ambas partes hace difícil que se puedan trazar puentes para buscar una salida. De hecho, el conflicto no hizo más que profundizarse desde que comenzó, a punto tal que ayer los productores se manifestaron dispuestos a suspender la cosecha gruesa que realizan por estos días si no reciben una respuesta oficial a su reclamo. La amenaza parece sólo un exabrupto, pero si llegaran a cumplir no haría falta que el Gobierno cierre las exportaciones de granos, pues serían los propios chacareros los encargados de garantizar que no haya soja para exportar.
La ex vicepresidenta de Carbap Analía Quiroga advirtió ayer que si los camioneros enfrentan a los chacareros “vamos a contar muertes de a puñados en las rutas”. Esta productora rural, que alcanzó notoriedad en enero de 2006 por decir que Néstor Kirchner no tenía materia gris en la cabeza, pidió la intervención de la presidenta Cristina Fernández para poner calma en el conflicto. “Es la única persona que en este escenario puede abrir el diálogo. Veo un desborde que sinceramente me asusta”, sentenció. Quiroga sostuvo, en línea con el discurso apocalíptico que han venido desplegando los dirigentes rurales durante los últimos años, que si no hay diálogo “el productor no va a volver a los campos porque sabe que mañana no tendrá nada”. “Esto no se arregla poniéndoles un tope a las retenciones sino sentándose a una mesa donde se acuerde la eliminación gradual de las retenciones porque no conducen a otra cosa que a la pobreza y a la falta de crecimiento del país”, agregó.
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