La siderúrgica Sidor, controlada por el grupo Techint, se manifestó ayer dispuesta a escuchar las sugerencias que el gobierno venezolano tenga para hacer con relación al conflicto laboral que mantiene la firma con sus empleados. “Estamos abiertos a las propuestas que en este sentido presente el Gobierno”, aseguró el presidente ejecutivo de Ternium Sidor, Ricardo Prósperi, a través de un comunicado divulgado en Caracas. De este modo, la multinacional italoargentina busca frenar la nacionalización anunciada por el gobierno de Hugo Chávez la semana pasada.

Sidor fue privatizada en 1997 por 1200 millones de dólares y está controlada en un 60 por ciento por el grupo Amazonia, integrado por Ternium (86 por ciento) y Siderar (14 por ciento), mientras que los empleados y el Estado venezolano cuentan con un 20 por ciento de acciones cada uno. El gobierno de Chávez anunció la nacionalización el miércoles pasado y para justificar la medida aseguró que la empresa no honra los beneficios que por ley les corresponden a los trabajadores. Además, cuestionó a Sidor por su producción a precios elevados en el mercado local pese a que obtiene la materia prima con subsidios estatales.

Apenas se conoció la noticia, el titular de Techint, Paolo Rocca, le pidió por carta a Chávez que reviera la decisión. El comunicado difundido ayer apunta en la misma dirección. Prósperi señaló que la directiva de la empresa está “a disposición del Ejecutivo nacional para concretar y llevar adelante el cierre de los asuntos de índole laboral”. Además confirmó que ha sostenido reuniones con el ministro venezolano de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, quien fue encargado por Chávez para llevar a cabo el proceso de transición del control de la empresa a manos del Estado.