La semana terminó movida en el microcentro porteño. Impulsada por una demanda cada vez más importante, la cotización del dólar cerró a 3,27 pesos, tres centavos más que el jueves. En las casas de cambio, la moneda estadounidense llegó hasta 3,29 pesos pero, siguiendo la cotización mayorista, cayó dos centavos hacia el final de las operaciones por la liquidación de exportadores que vendieron sus dólares atraídos por el alza. El Banco Central realizó una importante intervención durante el día –llegó a inyectar 160 millones de dólares– para contener los movimientos en el precio de la divisa y finalmente aprovechó la caída para recomprar una parte de los dólares que había desembolsado. Frente a la profundización de la crisis y la fuerte devaluación del real, la autoridad monetaria intentó durante toda la semana evitar variaciones bruscas en el tipo de cambio. Tras la intervención, las reservas de la entidad que preside Martín Redrado se ubicaron en 46.931 millones de dólares, 80 millones menos que el cierre anterior. Por su parte, el índice MerVal llegó a caer más de 10 por ciento, pero finalizó perdiendo 5,54 por ciento.

Ayer la autoridad monetaria tuvo el día más complicado a medida que la demanda del segmento minorista se fue intensificando. Según explicaron desde el Banco Central, el dólar arrancó muy demandado y la entidad llegó a vender 160 millones de dólares antes de las dos de la tarde. Así, en el mercado mayorista, donde operan bancos y grandes inversores, el dólar tocó un pico de 3,275 pesos. “Pero los exportadores salieron a liquidar dólares, en parte por la cotización y en parte por el fin de semana largo, y el dólar se cayó”, comentaron desde la entidad. Las ventas de los exportadores no sólo colaboraron para que bajara el dólar sino que permitieron que el Central recomprara 100 millones de dólares, arrojando un saldo negativo de 60 millones que terminaron siendo 80 millones por la revaluación de las divisas. Técnicos del Banco explicaron que “si el Central no compraba al final, el dólar caía todavía más”.

Para muchos operadores de la city el Central tuvo que desembolsar entre 400 y 500 millones de dólares, y critican su política de “gastar tantas reservas para prevenir aumentos que igual suceden”. De todas maneras, reconocen el impacto que podría generar una variación brusca en la cotización. El volumen operado entre entidades bancarias y cambiarias aumentó a 942 millones de dólares en el mercado de contado, 29 por ciento más que el jueves. A comienzos de semana el volumen operado fue de 540 millones, lo que muestra cómo se fue recalentando el mercado a medida que las Bolsas profundizaron sus caídas. Para un economista del sector financiero privado “hoy (por ayer) se vio un efecto estacional y más que se viene un fin de semana largo, la gente se va con los dólares a la casa, se llevaron más dólares que cuando renunció Martín Lousteau”, aseguró.

Decididos a no seguir la volatilidad del tipo de cambio en Brasil, las autoridades del Banco Central controlaron que la cotización no fluctuara demasiado para evitar que se produzca una histeria generalizada por parte del público minorista. El dólar terminó 9 centavos por encima de los 3,18 pesos del último viernes. Una depreciación del 2,8 por ciento, lejos del 40 por ciento que experimentó el real. En Brasil el dólar cerró en 2,31 reales. Mientras tanto, los industriales y el sector agropecuario reclaman un dólar a 3,50-3,60 pesos porque están preocupados por la “pérdida de competitividad”. Pero desde el Central remarcan que “en este momento lo más importante para la competitividad es preservar los colchones de liquidez”.

En sintonía con las principales plazas bursátiles, las acciones que componen el MerVal cayeron 5,54 por ciento, hasta los 1216 puntos. Las pérdidas para el panel líder llegaron a superar 10 por ciento a medida que se multiplicaba la incertidumbre. La caída de las principales empresas obligó a suspender de manera momentánea la cotización de los papeles para calmar los ánimos y desactivar operaciones especulativas. Las bajas más pronunciadas en el MerVal correspondieron a las acciones de la financiera Cresud, que bajó 14,54 por ciento, Petrobras Brasil perdió 10,63 y el Banco Macro cedió 10 por ciento. Por su parte, el Banco Francés y el Grupo Financiero Galicia cayeron 6 y 1,72 por ciento, respectivamente.

En renta fija, la cantidad de negocios con bonos argentinos se redujo a niveles que no se registraban hace más de dos años. Pese a las pocas operaciones algunos títulos de deuda registraron mejoras. El Boden 2012 recuperó 4,89 por ciento, pero la emisión 2014 y Bogar 2018 se derrumbaron 9,77 y 4,60 por ciento, respectivamente. El Discount en pesos, la emisión más líquida, quedó finalmente 2,66 por ciento arriba y el cupón que sigue la evolución del PIB repuntó 1,29 por ciento.