ECONOMíA › ALZAS MUY FUERTES DE LOS PRINCIPALES MERCADOS BURSáTILES MUNDIALES EN RESPUESTA AL MEGASALVATAJE CONJUNTO
El acuerdo y posterior promesa de coordinación entre Estados Unidos y la Unión Europea para auxiliar a un sistema bancario colapsado, que ya amenazaba con paralizar las economías, provocó la reacción positiva de las Bolsas. Buenos Aires se la perdió por el feriado.
› Por Cristian Carrillo
Y un día paró de llover, aunque el pronóstico del tiempo todavía no adelanta un cielo despejado. Luego de que los gobiernos de las principales economías del planeta dispusieran un megaprograma de auxilio multimillonario a la banca en la cornisa, las Bolsas rebotaron con subas extraordinarias. Las plazas de todo el mundo participaron de la euforia de la jornada. Buenos Aires y Tokio se perdieron esta rueda de alivio: el feriado fue bastante inoportuno para esos inversores bursátiles. El índice industrial estadounidense Dow Jones tuvo una recuperación record de 900 puntos, tras el vapuleo de las últimas semanas, que implicó un alza de 11,1 por ciento. Las Bolsas europeas y asiáticas también tuvieron comportamientos similares. En la región, la plaza brasileña arrojó un alza record de 14,7 por ciento (ver aparte). Los corredores saludaron como corresponde la mayor inyección de fondos que haya visto el capitalismo en su historia para salvar al sistema bancario. De todos modos, la estructura de la globalización financiera sigue tambaleando y la apuesta es a que la intervención conjunta de las potencias pueda evitar el colapso.
El Tesoro estadounidense adelantó que se encuentra listo para comenzar con su programa de ayuda financiera y anticipó los ejes del salvataje, para el que cuenta con un fondo de 700.000 millones de dólares. Ayer informó que la consultora EnnisKnupp actuará de intermediaria en la operación. Por su parte, las autoridades europeas ratificaron el paquete de rescate por más de dos billones de dólares para garantizar los depósitos y reactivar el crédito.
Había sido un fin de semana repleto de anuncios y, sin posibilidad de ir evaluando su efecto en la confianza del mercado, las miradas estaban puestas en la apertura de ayer. Las plazas bursátiles, por primera vez en las últimas ocho semanas, reaccionaron en forma positiva. Las estrategias de las bancas centrales de las principales economías del mundo ya estaban agotadas y no había mucho más que ofrecer. El programa anunciado el domingo a grandes trazos por los quince jefes de Estado del Viejo Continente fue precisado ayer. La letra chica del rescate bancario representa una inyección de 1,7 billón de euros (unos 2,2 billones de dólares). Los máximos responsables europeos insisten en que “no será un regalo para los bancos”, lo que hace presumir que así será. No existe un esquema de reintegro más allá de confiar en que estas entidades vuelvan a ser rentables.
Lo acordado el fin de semana no impidió que se dispusieran acciones individuales. Los países europeos siguieron adoptando medidas para amortiguar los efectos de la crisis en el sistema financiero. Varios Estados anunciaron garantías de préstamos interbancarios para desbloquear el crédito. Estos respaldos alcanzan a 400.000 millones de euros hasta diciembre de 2009 en Alemania; de 320.000 millones en Francia; 200.000 millones en Holanda, y de 100.000 millones de euros en España para lo que resta de este año. Estos montos son los que hoy están a disposición de las entidades, pero el costo total para estas naciones se conocerá luego de sendas intervenciones. A esto se suma también la nacionalización, parcial o total, de entidades a través de la compra de uno o varios países.
La reacción del mercado fue una escalada record de las Bolsas en Europa y Asia desde el subsuelo en que habían caído (ver página 2). Tokio estuvo cerrada por feriado. Mientras, Sydney finalizó con una mejora de 5,6 por ciento; Hong Kong, de 10,2, y Shanghai, 3,7 por ciento.
El Tesoro estadounidense no se quedó atrás en materia de anuncios. Henry Paulson adelantó su intención de intervenir en el capital de bancos. “Llevará a cabo un programa de compra de acciones en una vasta gama de instituciones financieras”, reconoció Neel Kashkari, ex banquero de Goldman Sach y, por lo tanto, funcionario del riñón de Paulson, que es el encargado de la instrumentación del salvavidas financiero. La administración Bush creó siete equipos y contrató a dos auditoras para controlar la “cirugía mayor” a la que será expuesta el sistema. El objetivo del Tesoro sigue siendo retirar de los balances la deuda “tóxica” del sector hipotecario. Los lineamientos principales del salvataje de Paulson se conocieron finalmente ayer:
1 Programa de compra de títulos ligados a las hipotecas: identificar qué activos comprar, a quién comprárselos y mediante qué mecanismo.
2 Programa de recompra de préstamos hipotecarios: identificar los tipos de créditos a comprar, la forma de evaluarlos y el mecanismo.
3 Programa de seguros: establecer un programa para asegurar esos activos con problemas.
4 Programa de compra de acciones: compra de acciones en una amplia gama de instituciones financieras.
5 Protección para propietarios de viviendas: ayudar a los propietarios a que conserven sus viviendas involucradas en la compra de activos.
6 Remuneración de los cuadros superiores: prevé obligaciones importantes sobre la remuneración de los altos ejecutivos de empresas que participarán en el programa de compra de activos con problemas.
7 Cumplimiento del mandato definido por ley: el accionar del Tesoro será estrechamente controlado por una comisión de vigilancia.
“Un programa tan grande y complejo como éste, normalmente, necesitaría meses, o aun años, para implantarse”, reconoció Kashkari. El Tesoro contrató a EnnisKnupp como consejera de inversión para la puesta en práctica del primer programa. La consultora le cobra a Paulson 2,5 millones de dólares por sus servicios, un monto insignificante si es que logra evitar pérdidas “billonarias”.
Con tanto dinero en danza, los inversores no pudieron evitar subirse a la ola del optimismo. La Bolsa de Nueva York, una de las más castigadas, finalizó ayer con una recuperación record. El índice Dow Jones, que refleja el desempeño de las principales firmas fabriles, cerró con un alza de 11,1 por ciento. Fue una suba histórica de más de 900 puntos, para lo cual hay que remontarse al 16 de marzo de 2000, cuando avanzó 499 unidades. En tanto, el Nasdaq Composite, de empresas tecnológicas, subió 11,8 por ciento. Las acciones de ambas se impusieron con firmeza desde la apertura en Wall Street y recién en los últimos minutos pasaron la marca de 10 por ciento. La suba se replicó en la plazas de América latina. El índice brasileño Bovespa registró una alza de 14,7 por ciento, mientras que México cerró un 11 por ciento, su máximo desde 1998.
Los inversores en un acto de negación o de ganar al menos un respiro se olvidaron por un momento de que el sistema sigue colapsado. El Morgan Stanley aceptó la oferta del gigante japonés Mitsubishi UFJ Financial de comprar el 21 por ciento de su capital por 9000 millones de dólares. Por otro lado, el Wachovia se fusionó con el Wells Fargo. Pero la euforia fue tal que hasta dio lugar a algunas declaraciones un tanto arriesgadas. El titular del Fondo Monetario, Dominique Strauss-Kahn, se animó a afirmar que “lo peor de las crisis ya quedó atrás”. Y si lo dice el FMI...
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