Con diferencias excepcionalmente notables entre el comportamiento de distintos sectores, el Estimador Mensual Industrial del Indec para el mes de septiembre muestra que el crecimiento respecto del año pasado se mantiene en niveles más que aceptables, 5,8 por ciento, y que hasta dicho mes no se verifica el estancamiento que algunos observadores, desde el campo político y profesional, señalan. El aumento de producción con respecto a agosto llegó al 1,8 por ciento, y considerando todo el tercer trimestre en comparación con el segundo, se observa una suba del 2,2 por ciento. Aunque a tasas más moderadas que las registradas hasta hace diez meses, el sector manufacturero seguiría avanzando. El problema empieza cuando se desagrega la información por sectores, lo que permite observar que tres sectores, de los más fuertes y de mayor peso, aún crecen a tasas de dos dígitos, mientras que un gran número de actividades muestran que han puesto freno al crecimiento.

Entre los últimos, es decir, los que evidencian algún grado de retroceso o de estancamiento, se encuentran varios del renglón alimentario, refinación de petróleo, neumáticos y fibras sintéticas. Entre los alimentos, la industria frigorífica de carnes rojas evidencia, en los primeros ocho meses, la peor performance respecto del año pasado, con una caída del 1,4 por ciento. Los rubros Azúcar y Molienda de cereales y oleaginosas registran variaciones mínimas (0,6 y 0,3 por ciento, respectivamente), mientras que el descenso en neumáticos y fibras sintéticas es importante (-8,1 y -25,5 por ciento). Dentro de los textiles, también hay un descenso, del 3,8 por ciento, respecto del año pasado.

En el otro extremo se ubican tres sectores clave para el actual modelo de desarrollo. La industria automotriz volvió a estar arriba, con un alza del 24,5 por ciento en los ocho meses de este año, mientras que la de aluminio primario punteó con un 41,1 por ciento. También tuvo un crecimiento destacado, respecto del año pasado, el sector siderúrgico, con el 11,8 por ciento. Dentro de la gama de rubros alimentarios, la producción de carnes blancas, con el 11,6 por ciento. Y entre los productos químicos, el crecimiento destacado les correspondió a los agroquímicos, con el 11,9 por ciento.

Los que tuvieron tasas de crecimiento interanual más próximas al promedio, son los ligados a la actividad de la construcción (vidrio, cemento y otros materiales, con una suba conjunta del 6,5 por ciento), la de detergentes y jabones (6,9 por ciento) y las de lácteos, bebidas, editoriales e imprentas, y productos farmacéuticos, en un rango del 3 al 4,5 por ciento. La encuesta cualitativa de expectativas industriales que realiza el Indec, esta vez interrogando a los empresarios sobre sus previsiones para el cuarto trimestre del año, arrojó que pese al enrarecimiento de las condiciones en el mercado internacional, una amplia mayoría considera que las variables principales de sus respectivos negocios no sufrirán cambios sustanciales respecto del año pasado. Un 70 por ciento anticipa un ritmo estable en la demanda interna, el 58 por ciento prevé estabilidad en sus exportaciones y el 71 por ciento lo mismo respecto de sus importaciones de insumos. El 72 por ciento no espera cambios en los stocks de productos terminados, mientras casi el 80 por ciento no advierte que vaya a modificar sus dotaciones de personal. En cada caso, el resto de las respuestas se divide, en partes más o menos equivalentes, entre expectativas de bajas o de subas.