El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé para este año una contracción del PIB mundial de entre 0,5 y 1,5 por ciento. Es la primera caída registrada en sesenta años y se debe al impacto provocado por la crisis financiera. No obstante, el organismo considera que será un retroceso pasajero, pues para 2010 pronostica una recuperación gradual de entre 1 y 2 por ciento. Las previsiones están incluidas en un documento elaborado para la próxima cumbre del G-20, que se realizará el 2 de abril en Londres.

El informe del FMI estima que el producto bruto de Estados Unidos caerá 2,6 por ciento, el de la zona del euro 3,2 por ciento, y el de Japón 5,8 por ciento. Asimismo, pronosticó una reactivación en 2010, con un avance de 0,2 por ciento en Estados Unidos, de 0,1 por ciento en la zona del euro, mientras Japón tendrá otro año en rojo, con una disminución de su PIB de 0,2 por ciento. En relación con las economías en desarrollo –entre las que está incluida la Argentina–, el FMI fue más optimista, ya que entiende que habrá una expansión promedio de 2 y 2,5 por ciento en 2009, que subirá a 3,5 y 4,5 por ciento en 2010.

Asimismo, el Fondo añade en el documento que para mitigar el riesgo de intensificación de la crisis los países deberán adoptar acciones inmediatas para contener un ulterior empeoramiento del sector bancario: “Si los balances de los bancos no son depurados velozmente y las entidades reestructuradas, se pueden prever evoluciones todavía más serias”, advierte el organismo. El FMI señala también que en las economías avanzadas ha habido hasta ahora “progresos limitados” en la evaluación de los “activos tóxicos”, como hipotecas impagas, y “la incertidumbre sobre la solidez de los bancos sigue siendo elevada e impide que retorne la confianza en los mercados”.

Por su parte, ayer el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado estadounidense, John Kerry, y el republicano de más rango en el comité, Richard Lugar, informaron que se le concederá unos 100.000 millones de dólares adicionales al organismo multilateral. Japón afirmó que podría aportar otros 100.000 millones. El FMI está administrando actualmente 250.000 millones de dólares y había dicho que necesitaba otros 250.000 millones extra para conceder préstamos de emergencia a los países en crisis. El organismo otorgó ya cerca de 50.000 millones de dólares de préstamos a Hungría, Lituania, Islandia, Pakistán y otras naciones en situación crítica.