La convocatoria al Consejo Económico y Social seguirá quedando para mejor momento. Ahora esa meta sería el día después de los comicios legislativos. “Llamarlo a ochenta días de las elecciones no tiene sentido”, aseguran fuentes oficiales a

Página/12. En medio del revuelo político de listas de candidatos y campaña electoral, ese espacio que el Gobierno imagina como un cable a tierra para su política económica perdería efectividad. La creación de un ente tripartito con la participación de cámaras empresarias, centrales sindicales y la conducción del Poder Ejecutivo fue difundida por las autoridades nacionales a principios de marzo, en un intento de contener angustias y ansiedades en medio de la crisis mundial. Su estructura ya está definida e incluye la participación de las cuatro entidades ruralistas en pelea permanente con el Gobierno, pero el lanzamiento deberá esperar.

Según dicen en uno de los ministerios que trabajan en el tema, con los resultados de las urnas en la mano, el Gobierno podrá utilizar el Consejo Económico y Social o bien como “un gesto de grandeza en la búsqueda de consensos”, en caso de un triunfo del oficialismo, o “para relanzar la gestión”, si los votos favorecieran a la oposición. La conducción de la entidad recaerá en el Ejecutivo, mientras que las cámaras patronales tendrán veinte delegados y las centrales sindicales otros veinte. Estarán tanto la CGT como la CTA y cuatro lugares quedarán reservados para la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales, Federación Agraria y Coninagro, que conforman la Mesa de Enlace.

La creación del CES será uno de los temas que tocarán el próximo miércoles Cristina Fernández de Kirchner y el Consejo Directivo de la CGT, encabezado por Hugo Moyano. La reunión será en Casa Rosada. La delegación sindical lleva en carpeta otros temas para tratar con la Presidenta. Uno de ellos es el aumento de las asignaciones familiares, reclamo que la CGT eleva todos los años con resultados favorables. Moyano dirá que es importante subirlas para mejorar los ingresos de los trabajadores en un momento delicado para la economía. Del mismo modo, planteará la extensión del subsidio por desempleo a los trabajadores no registrados. Es una demanda que la CGT comparte con la CTA.

La CGT postula la creación de un Fondo Empresario Anticrisis, con un impuesto a las rentas extraordinarias que sirva para financiar aquellas asignaciones a trabajadores en blanco y en negro. Por otra parte, Moyano pedirá que las contribuciones innominadas a la seguridad social sean repartidas entre las obras sociales, en un nuevo tiro por elevación a la ministra de Salud, Graciela Ocaña.