La producción y venta de los combustibles se contrajeron durante el primer bimestre del año un 4,2 y un 5,2 por ciento con respecto al mismo período del año anterior, según un informe de Investigaciones Económicas Sectoriales. De esta manera se quebró la tendencia registrada en los años anteriores y se acentuó el retroceso en las ventas ya registrado durante 2008. La consultora IES considera que ese comportamiento es “reflejo de la creciente desaceleración económica, que impactó en forma más aguda en el gasoil, con un retroceso en las ventas del 9,2 por ciento, por la paralización del transporte automotor y la reducción de la refinación. Se trata del carburante de mayor peso relativo en la matriz argentina, ya que implica el 62 por ciento de lo consumido, y el que tuvo una mayor recomposición en sus precios. Desde la salida de la convertibilidad el gasoil se encareció un 307 por ciento, mientras que la nafta lo hizo en un 207 por ciento. El primero ya no se exporta, mientras que las ventas externas de naftas vienen en picada: cayeron 36 por ciento en relación con 2008.