ECONOMíA › LA UNIóN INDUSTRIAL, SECTOR BENEFICIADO POR LA POLíTICA OFICIAL, ESTRENó CONDUCCIóN CON CRíTICAS
En un giro a posiciones un poco más ortodoxas, la UIA cuestionó al Gobierno porque es duro en las negociaciones y disminuyó su vocación industrialista. Prevenciones para la discusión salarial y presiones para debatir el tipo de cambio.
› Por Cristian Carrillo
El empresario plástico Héctor Méndez marcó posición frente al Gobierno ya desde el primer minuto al frente de la Unión Industrial. El flamante titular de la entidad fabril apuntó contra la poca tolerancia del Ejecutivo a las críticas y aseguró que las medidas actuales distan del sesgo netamente productivista que se imprimió durante los primeros años de gestión kirchnerista. “El Gobierno fue industrialista”, se convirtió en la frase más polémica –que después buscó minimizar– durante la rueda de prensa que brindó luego del acto oficial de cambio de autoridades. El directivo respaldó los estudios económicos que se hacen desde la entidad, aunque reconoció a este diario que al momento de negociar salarios se resguardan en los datos del Indec, a pesar de ser poco creíbles. Pronosticó un año difícil en materia económica a causa de la crisis y reconoció que el lockout ruralista melló la actividad del sector. “No hay que caer en el cortoplacismo, aunque lamentablemente estamos en época electoral, y eso es muy malo para gestionar.”
“Si no tenemos autoridad para decir lo que pasa, qué hacemos acá; me voy a mi casa”, manifestó Méndez. El dirigente, que reemplazó a Juan Carlos Lascurain al frente de la UIA y ocupará ese cargo los próximos dos años, previó una relación complicada con el Ejecutivo nacional. “Siempre es difícil hablar con un gobierno, sobre todo cuando tiene una personalidad fuerte y dura, pero tiene que entender que hacer críticas no es ser opositor”, afirmó. En esa misma línea se pronunció el secretario de la entidad, José Ignacio de Mendiguren. Criticó que se creen dicotomías en torno de las declaraciones en favor o en contra de las medidas que se toman en el Gobierno. “O somos todos liberales o estamos alineados”, afirmó.
El diálogo entre el Gobierno y el sector privado sufrió en el último año breves interrupciones y un último silencio parece presentarse ante el polémico informe que la entidad presentó la semana pasada y generó una airada respuesta oficial. Méndez respaldo los resultados de ese estudio por sobre los datos del Indec. “Los países vecinos tienen números peores que los nuestros. Entonces, por qué obligarse a decir que ganamos diez a cero. Si un dos a cero ya es ganar”, cuestionó. El dirigente insistió en que tendrán problemas para hacerse oír, aunque sentenció: “Van a tener que hacerlo, porque somos parte del sector real”.
La percepción recogida en la conferencia y el sondeo realizado entre algunos de los casi 240 empresarios asistentes es que las políticas implementadas desde la esfera pública no contentan a los popes fabriles. La crisis internacional puso al descubierto, según coincidieron, la falta de una política de “sintonía fina”. “En realidad estuvimos bastante desafinados. Desafinó el Gobierno y también nosotros. Hemos sido bastante tolerantes mirando esas épocas de vacas gordas”, afirmó Méndez. Por su parte, De Mendiguren opinó que debieron haberse usado los excedentes públicos para invertir en trazar el camino del crecimiento al desarrollo y “no para solvencia fiscal”. Rodolfo Achille, prosecretario y titular de la cámara de autopartes, afirmó a este diario que es necesario que “el panorama se estabilice”. “Estamos en muy buena posición para ello”, manifestó. Achille pronosticó “una nueva era para la industria automotriz, con mayor escala e integración local”, donde el Mercosur será “un jugador relevante”.
El presidente de la Unión Industrial tomó distancia del empresariado del sector agropecuario. “La política que hagan los dirigentes del campo no es problema de la UIA. No somos un comité sindical”, afirmó cortando el tema.
“El Gobierno fue industrialista”, consideró Méndez. La frase mereció una rápida aclaración del dirigente, en particular por el uso de ese tiempo verbal. “Hoy está más complicado y ahora sólo puede tomar medidas para defenderse de la situación actual. En realidad, no se despegó por completo del modelo industrialista”, minimizó acto seguido.
La nueva cúpula intentará a partir de hoy abrir los canales habituales de diálogo con el Gobierno y prometió tener en las próximas semanas una agenda tentativa con temas a discutir. Por el momento, el presidente de la UIA prefirió no adelantar ningún de los pedidos y reiteró la necesidad “de oír a cada sector”. “Si el tipo de cambio es una opción para reactivar la actividad, será ése, de lo contrario se buscará la mejor opción, que además preserve el empleo”, deslizó. El empresario plástico reconoció cierta preocupación por la puja salarial de este año: “Deberá tratarse sector por sector”.
–Durante las paritarias, ¿el número que pretenda la UIA también vendrá de las bases o tomarán el dato oficial del IPC? –preguntó Página/12.
–En una negociación salarial siempre hay dos puntas. Con los años aprendí que siempre existe una nueva postura que tienen para plantearnos y yo también tengo siempre una respuesta nueva para darles. Ya sea que me suba al número de la canasta básica o a otra, la única realidad es que se da lo que se puede dar –afirmó Méndez.
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