ECONOMíA
Lo que le preocupa a IDEA no es el FMI, sino el PJ
El coloquio empresario no contará este año con la presencia de las principales figuras políticas, ni sus referentes económicos. Ello no hace más que agrandar su incertidumbre sobre el contexto político.
› Por Cledis Candelaresi
“¿Vieron que Roberto Lavagna está puliendo su perfil político? Dicen que está a punto de integrarse como vice a una fórmula con Néstor Kirchner.” El rumor circuló ayer entre los empresarios reunidos en el coloquio anual de IDEA, en parte como chanza, en parte como posibilidad cierta: según los hombres de empresa, en el caótico contexto político actual todo es creíble. Bajo este supuesto, el congreso empresario abrió ayer su debate dedicando el primer panel a desentrañar cómo es posible recuperar la gobernabilidad y seguridad jurídica en Argentina. Pero ni el Presidente ni ningún precandidato para las próximas elecciones vendrán a Mar del Plata a desenfundar sus propuestas.
No parece ser la inminencia del défault con los organismos multilaterales, la crisis bancaria ni una eventual suba de impuestos lo que desvela a las empresas. Más bien es la incertidumbre que genera la falta de definición política y la despiadada lucha de poder dentro del Partido Justicialista. “Si no hay reglas de sucesión claras en un partido, ésta se define por la fuerza de las mafias”, se animó frente al micrófono el catedrático Natalio Botana. Ninguno de los trescientos asistentes se sorprendió por el diagnóstico.
Aunque estaba previsto en la última versión del programa de actividades, Eduardo Duhalde habría declinado participar en la cena de clausura, prevista para mañana. En este mismo escenario, el Sheraton Hotel marplatense, fue aplaudido o criticado con pasión Carlos Menem y tolerado por gentileza de buen anfitrión Fernando de la Rúa. Pero el actual Presidente prefirió eludir el juicio del empresariado, con el que no tiene buenas relaciones.
Definitivamente, este prometía ser un escenario hostil para el primer mandatario. “Sólo se preocupa por asistir a reuniones políticas y pescar el fin de semana”, se quejaba ayer ante este diario un empresario de la alimentación. Pero es otro del mismo rubro el encargado de recriminarle públicamente a Duhalde su presunta indiferencia hacia los problemas de la economía real. En su doble condición de presidente de Arcor y de la Asociación de Empresarios de la Argentina (AEA), Luis Pagani está preparando un discurso para la tarde del viernes en el que objetará de lleno el internismo político.
Pagani integrará el panel con Pablo Rojo y Manuel Solanet, referentes económicos de Menem y Ricardo López Murphy, respectivamente. El anhelo de los organizadores del coloquio era tener una tribuna ampliada, en la que también estuvieran Rubén Lo Vuolo, del ARI, y alguien a designar por el “adolfismo”. Sin embargo, a último momento tuvieron que modificar programa, ya que Elisa Carrió decidió que su asesor no debía exponerse públicamente y Rodríguez Saá no estuvo en condiciones de definir un nombre.
“El problema es que los partidos no definen nombres ni programas para enfrentar esta situación de emergencia económica”, se lamentaba ante Página/12 Oscar Vicente, vicepresidente de Pérez Companc y titular de IDEA. Juan Carlos Masjoan, ex directivo de Telecom y presidente del coloquio, fue todavía mucho más preciso a la hora de cuestionar no ya a la dirigencia política en general sino a este gobierno en particular.
“Hace un año, los prudentes no pensaban declarar el défault, porque sabían las consecuencias negativas que esto tendría. No se pensaba en la expropiación de los ahorros que tuvo lugar con el corralito y el corralón. Y aún hoy, hay quienes fantasean con quedarse con nuestros ahorros”, añoraba el ex titular de la licenciataria, recordando los debates que animaron el coloquio pasado.
“¿Le parece gobernable un país con Duhalde hasta el 2003?”, arremetió uno de los asistentes a la hora de las preguntas a Botana, quien minutos antes había conmovido al auditorio con sus catastróficos pronósticos acerca del proceso de disolución argentino. El Presidente se hubiesesentido realmente incómodo: un coro de murmullos y risas irónicas precedió a la elusiva respuesta del catedrático.
El coloquio número 38 tiene claras diferencias respecto de las anteriores reuniones. Hay un clima más frío y desasosiego. Las figuras protagónicas son ex ejecutivos o directivos en retirada. Tampoco es igual el presupuesto para el evento, tras la depreciación del peso, que privó esta vez de muchas figuras internacionales que en otras ocasiones jerarquizaron los debates académicos.
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