ECONOMíA › OPINION
› Por Vicente N. Donato *
En su edición del día 26 de mayo, el subsecretario Pyme de la Nación publicó en este diario un artículo de opinión titulado “Las pymes defienden el empleo”. En el mismo, el funcionario realiza una serie de apreciaciones erróneas y de fuerte contenido político acerca de los objetivos y finalidades de la tarea desempeñada por la Università di Bologna y la Fundación Observatorio PyME en su análisis de las pequeñas y medianas empresas en la Argentina. El subsecretario ha creído ver en los Informes de la Fundación Observatorio PyME, dirigida científicamente por la Università di Bologna, un instrumento de manipulación tendiente a “hacer público lo que ciertos grupos de interés quieren hacer creer a la sociedad, disfrazando las opiniones tendenciosas como si fueran datos ‘serios’”. Ignora con ello la larga tradición académica de la Università di Bologna y pone en duda la independencia de criterio de sus docentes e investigadores, cuyos puntos de vista no responden a ningún grupo de interés en particular, aun cuando eventualmente puedan ser compartidos por diversos actores sociales y políticos.
Así, por ejemplo, la Università di Bologna ha conferido el Doctorado Honoris Causa a figuras tan dispares ideológicamente como el Dr. Ricardo Alfonsín y el Dr. Domingo Cavallo; en los años ’80, ha asistido técnicamente al INTI y a la CGE para la realización de estudios microeconómicos comparativos entre empresas italianas y argentinas; en el año 2000, diseñó para el BID una metodología para desarrollar un Observatorio Latinoamericano de las PyME; y en 2007, brindó asistencia técnica en metodología estadística al Instituto Nacional de la Pequeña y Mediana Industria del gobierno de Venezuela.
Hace trece años que la Fundación publica ininterrumpidamente su Informe Anual sobre la evolución de la situación de las pymes en la Argentina. Las noticias, al compás de la realidad empresarial, fueron buenas y malas pero nunca estadísticamente sesgadas. En su tarea de recolección de datos sobre la situación de las pymes, la Fundación realiza cada año miles de encuestas en todo el país, con la activa colaboración de empresarios, universidades nacionales y gobiernos provinciales y municipales. Sigue así una metodología probada y consolidada en Italia y en Europa desde hace muchos años. No se trata con ello de sustituir a los institutos de estadísticas oficiales, sino de cooperar con los mismos, aportando información y evaluaciones técnicas que permitan aumentar la eficiencia social en el debate y la formulación de políticas a favor del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas en el país.
Es precisamente la metodología de trabajo de la Fundación Observatorio PyME la que ha sido cuestionada por el subsecretario, quien señala tres supuestas “fallas técnicas” en la misma: el reducido tamaño de la muestra estadística, el carácter autoadministrado de la encuesta y la antigüedad de la base de datos de empresas utilizada.
Al respecto, cabe realizar algunos pocos comentarios técnicos. Primero, la representatividad estadística de una muestra no proviene de la relación entre su tamaño y el tamaño del universo o población bajo estudio (en nuestro caso, las pequeñas y medianas empresas), sino de la utilización de una correcta metodología que permita su adecuada selección. Es esto lo que permite que una muestra de menos casos pueda contener menos sesgo que una muestra mayor.
Segundo, las encuestas de coyuntura autoadministradas no sólo son menos costosas, sino que también son de uso habitual en todo el mundo debido a que reducen el denominado “error no muestral”, producido por el sesgo que introduce la figura de un encuestador presencial.
Tercero, los resultados del Censo Nacional Económico de 2004 aún no han sido publicados por el Indec y, por lo tanto, la utilización de dicha base de datos no es por ahora una garantía de calidad. Y además, el año 2004 está ya muy lejano y es por ello que la Fundación Observatorio PyME prefiere utilizar otras fuentes de datos (registros regionales de energía eléctrica, telefónicos, municipales y de cámaras empresariales locales).
Cada uno de estos tres instrumentos metodológicos utilizados por la Fundación Observatorio PyME se destaca por ser eficiente en el uso de los recursos públicos y privados. La lógica es simple: mayores resultados con menores costos.
Más allá de estos tecnicismos, tal vez resulte más claro señalar como ejemplo de la ausencia de “fallas técnicas” en esta metodología el hecho de que, durante más de una década, los informes publicados por el Observatorio PyME han logrado anticipar la tendencia del ciclo económico de las PyME industriales argentinas. Así, a mediados de 1998, se anticipó el inicio de la larga recesión que desembocó en la crisis de fines de 2001; en septiembre de 2002, se anticipó el inicio de recuperación que no era transitoria; y desde inicios de 2008, se advirtió el comienzo de una reversión del ciclo positivo del período 2002-2007. El Observatorio también ha informado hace un par de semanas que los precios de las pymes descendieron desde un ritmo anual del 25% en 2007 y 2008 al 12% de la actualidad y que se están comenzando a observar los primeros indicios de reversión de las expectativas empresarias negativas. Hoy como ayer, el lema que guía el trabajo del Observatorio PyME es el de proveer “Datos para la acción”. Se procura, con ello, estimular el debate público en base a datos rigurosos, así como también promover la acción pública y privada para enfrentar racionalmente los problemas que atraviesan actualmente las PyME. Y es éste el objetivo con el que seguiremos trabajando desde la Università di Bologna y la Fundación Observatorio PyME.
* Director Fundación Observatorio PyME. Vicedirector de la Representación en Buenos Aires de la Università di Bologna.
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