Las carteras de Trabajo y de Planificación Federal no pudieron lograr una salida concertada al prolongado conflicto entre trabajadores y empresas petroleras con actividad en la provincia de Santa Cruz. Tras deliberar durante buena parte de la jornada, las partes decidieron, después de las 22 horas, pasar a un cuarto intermedio hasta hoy por la mañana. Los petroleros de la Patagonia sur reclaman, además de las mejoras salariales que ya fueron concedidas (24 por ciento más adicionales), que se les paguen las jornadas caídas por el paro, que hoy entra en su décimo octavo día consecutivo. Las empresas se resisten, aduciendo que el sindicato mantuvo el paro a pesar de la conciliación obligatoria dictada por Trabajo. Desde la vereda oficial, pese a las discrepancias entre sindicato y patronal, hay optimismo: evalúan que durante la jornada de ayer se consiguió “un avance importante”.

La secuencia de la jornada también dejó reflejada la disputa interna entre sectores del gremio petrolero. A raíz de la “desobediencia” del sindicato de petroleros de Santa Cruz hacia la conciliación, la federación que los nuclea a nivel nacional anunció la “intervención” de la filial provincial. Esta información, desde el lado patronal, fue interpretada como una descalificación de la representación santacruceña para seguir negociando, con lo cual realimentaron su posición contraria al pago de los días caídos. Pero el Ministerio de Trabajo consiguió que la negociación siguiera adelante con los mismos actores hasta que se cerró la jornada.

Las empresas asociadas a la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos intimaron a los trabajadores a reintegrarse a sus tareas bajo apercibimiento de proceder a la remisión de los telegramas de despido con causa, por abandono injustificado del trabajo. “Ya todos los plazos están vencidos y las empresas están considerando enviar los telegramas”, precisó una fuente de la cámara. Además, denunciaron “hechos de vandalismo” contra las instalaciones de las empresas en la provincia patagónica. Pese al clima fuertemente desfavorable, ayer habría habido un acercamiento de las partes y renació la confianza en alcanzar hoy un acuerdo.

El conflicto se remonta a fines de 2008, que derivó en un acuerdo parcial de incremento de salarios del 20 por ciento a partir de este año. Pero esa propuesta no fue aceptada por el conjunto de sindicatos petroleros a lo largo y ancho del país, lo cual provocó nuevas disputas que se fueron cerrando mediante aumentos parciales sobre remuneraciones o adicionales. El último acuerdo alcanzado, hace aproximadamente un mes, fue convalidado por la Federación de Petroleros (que encabeza Alberto Roberti), pero no por el sindicato santacruceño (liderado por Héctor Segovia), lo que derivó en una huelga de este último contra las empresas que operan en su provincia: YPF, Pan American, Total, Oxy y Petrobras, las principales. Ayer se cumplieron 17 días de paro, que se mantuvo a pesar de ser dictada la conciliación obligatoria.

Ayer, la pulseada se centraba en el pago o no de los salarios caídos por la huelga. El sindicato pide el pago pleno, YPF ofreció reconocer el 30 por ciento, pero otras empresas no la acompañaban. Esta mañana, se seguirá buscando la fórmula para terminar de sacar al conflicto de una situación desesperante.