La forma en que se pesificarán los créditos superiores a 100 mil dólares quedó en el centro de la pelea entre empresas, bancos y el Gobierno. Si bien en el Palacio de Hacienda insisten en que los préstamos que quedaron exceptuados de la pesificación 1 a 1 se concretará a 1,40 peso por dólar, existe un fuerte lobby de las compañías más grandes para que sus deudas en dólares se pesifiquen al tipo de cambio de la convertibilidad. El tema fue tratado ayer durante una íntima reunión entre Eduardo Duhalde, Jorge Remes Lenicov, su segundo Jorge Todesca y Mario Blejer, presidente del Banco Central. Por otra parte, Economía analiza la emisión de un bono en pesos para devolver fondos que quedaron atrapados en el corralito. Las medidas, prometen en Economía, se darán a conocer el próximo sábado.
Las empresas más grandes de la Argentina quieren el mismo tratamiento que los pequeños deudores: que sus pasivos dolarizados se pesifiquen 1 a 1. Según admitieron funcionarios a Página/12, los líderes de esos conglomerados económicos están ejerciendo una fuerte presión sobre el Gobierno. Esos grupos cuentan con el acompañamiento de los principales bancos.
En forma paralela, en el Gobierno están evaluando la emisión de un título de deuda en pesos para darles movilidad a los fondos atrapados en el corralito. Preocupado por la depresión de la actividad económica, el secretario de Hacienda, Oscar Lamberto, admitió la posibilidad de que ese bono cuente con garantía del Estado y sirva como opción a aquellas personas que quieran contar con sus ahorros para adquirir bienes.
El otro tema que el Gobierno tendrá que resolver rápido se relaciona con los créditos que aún no fueron pesificados. A las entidades financieras les convendría una pesificación total a la relación 1 a 1. Ello mejoraría el perfil de sus deudores y se evitarían quiebras empresarias que terminen por arrastrar al sistema bancario. En los bancos piden que la forma en que se pesifiquen los créditos sea similar al método que se utilice para devolver los depósitos. Es decir, no aceptarían que el dólar que les adeudan sea equivalente a 1 peso, mientras que el dólar que deben devolver de los depósitos se transforme en 1,40 peso. Financistas consultados por este diario aseguraron que esa situación –denominada “descalce”– tendría un costo de 15.300 millones de dólares. “Alguien debería pagarlo. Si no son las empresas seremos los bancos o el Estado”, señaló un banquero.
En la city sostienen que ya no hay posibilidades de que los depósitos dolarizados se pesifiquen 1 a 1 porque muchas colocaciones ya fueron pasadas a pesos a la relación 1,40. “Sería muy difícil dar marcha atrás con una medida que ya fue puesta en práctica”, argumentaron.
En el Palacio de Hacienda piensan lo mismo. Una alta fuente del Ministerio dijo a este diario que una pesificación de las deudas superiores a 100 mil dólares a la relación 1,40 “sería la mejor solución técnica y la más equitativa”. De todos modos, la fuente aceptó que la definición del tema quedó en manos del presidente Duhalde.
Aun en el caso en que las grandes deudas se pesifiquen a 1,40, lo mismo que los depósitos, el Gobierno tendrá que compensar a los bancos. Hasta ahora, la idea oficial es que las petroleras financien ese desequilibrio con un nuevo impuesto. Pero la negociación con estas empresas está aún sin resolverse (ver nota en página 10).
La pesificación fue analizada durante el encuentro de dos horas que durante la tarde mantuvo la primera plana del Gobierno y el titular del Central. La definición de este tema es vital para presentar un plan económico creíble al gobierno de Estados Unidos y al Fondo Monetario. Una vez establecida la pesificación, se definirá la manera en que se indexarán los nuevos depósitos y créditos en moneda nacional. Un tema esencial para el funcionamiento de la economía que viene, ya que la fórmula de indexación sería aplicada al resto de los contratos.
En Economía quieren definir el tema en las próximas horas. Blejer viajará pasado mañana a Washington y la próxima semana volverá a Estados Unidos, pero para exponer el caso argentino en el Foro Económico Mundial,que este año se realiza en Nueva York. Y Remes Lenicov se sumará ese fin de semana para liderar las negociaciones con la administración Bush y el FMI.