Gracias a dos acuerdos firmados ayer con las emisoras de dinero plástico, los comercios pymes dispondrán de nuevos elementos financieros para pagar a sus proveedores y gozarán de una rebaja en las comisiones que deben abonar. En virtud de estos acuerdos, los comerciantes podrán utilizar los cupones de sus ventas realizadas con tarjetas de crédito para pagarles a sus proveedores, al tiempo que se reducirá del 3 al 2 por ciento la comisión que pagan por las operaciones concretadas con tarjetas de débito.
Los acuerdos fueron firmados entre la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) y la Asociación que integran Argencard, American Express, Visa Argentina, Cabal y Tarshop como integrantes del Comité Directivo de la Cámara Tarjetas de Crédito y Compra. El compromiso tuvo el respaldo político institucional de la jefatura de gabinete y de los diputados nacionales que integran la Comisión de Comercio, Finanzas, Presupuesto y Hacienda, Pyme y Legislación Laboral.
Uno de los pactos rubricados habilita a los pequeños comercios a entregar a sus proveedores los cupones de las ventas realizadas con tarjetas de créditos, operaciones que ellos recién cobran entre 23 y 25 días después de concretarla. La propuesta permitiría hacer una transferencia electrónica de cada cupón a aquellas firmas que admitan este medio de pago no compulsivo.
El sistema se diseñó sobre el supuesto de que los proveedores estarán seducidos de admitir los cupones, ya que éstos tienen el respaldo de las empresas emisoras de las tarjetas y, por lo tanto, les dan garantía de que van a cobrar. Este medio de pago podría suplir en parte la carencia del crédito financiero convencional, así como el fracaso de otros instrumentos alternativos, incluida la factura conformada.
Esta última es un documento que puede descontarse en los bancos para obtener así un préstamo imposible de conseguir por otra vía. Pero hasta ahora, las entidades financieras son bastante renuentes a admitir este instrumento, ya que no sólo dudan de la solvencia de las pymes sino también de la capacidad de repago de sus clientes, a menos que éstos sean grandes empresas.
Según los comerciantes, también el cheque dejó de ser un instrumento eficaz para realizar pagos, en particular desde que el Banco Central flexibilizó el régimen permitiendo que un librador sin fondos al que se le cierra una cuenta pueda abrir de inmediato otra sin dificultades en otra entidad. El acuerdo permitirá aceitar con 500 millones de pesos por mes la actividad de las pymes, se entusiasma Cornide, titular de la CAME. El cálculo surge de considerar el monto global de operaciones realizadas por el comercio, excepto los grandes mercados, con tarjetas de crédito.
El otro acuerdo rebaja al 2 por ciento las comisiones que pagan los negocios por las ventas que realizan con tarjetas de débito. Así, el costo de estas operaciones queda equiparado al que soportan los hipermercados o grandes comercios.