ECONOMíA › EL TITULAR DEL ORGANISMO PUSO EN DUDA EL LUGAR DE LA DIVISA COMO MONEDA DE RESERVA MUNDIAL
El funcionario vaticinó que los mercados emergentes tendrán una mayor influencia en la economía mundial. “El futuro de Estados Unidos dependerá de si se recupera sin una inflación que podría socavar su crédito y su moneda”, aseguró.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, sumó ayer su voz a las críticas que se vienen haciendo desde distintos países y organismos multilaterales al papel del dólar como moneda de reserva mundial. El funcionario vaticinó que los principales mercados emergentes tendrán una mayor influencia en la economía mundial. El enorme déficit que dejaron los multimillonarios rescates financieros y el riesgo inflacionario en Estados Unidos erosionarán el billete verde. Por su parte, las mejores perspectivas de recuperación que se vislumbran del otro lado del Atlántico favorecen al euro. Desde que se desató la crisis, el dólar alcanzó recurrentemente nuevos mínimos contra la moneda comunitaria y hoy se opera en 1,46 por euro. Los bancos centrales de China, Rusia e India, los mayores tenedores de dólares, amenazan con diversificar sus carteras y los países petroleros solicitaron que se utilice una canasta de monedas para la cotización del barril de crudo.
“La actual suposición es que la economía posterior a la crisis reflejará la creciente influencia de China, probablemente de India y de otras grandes economías emergentes. Supuestamente, los Estados Unidos, epicentro de la crisis financiera, verá reducido su poder económico e influencia”, dijo Zoellick, quien paradójicamente fue designado en el cargo por Estados Unidos. Durante un discurso pronunciado en la Universidad Johns Hopkins, en Washington, señaló, no obstante, algunas debilidades en el Viejo Continente y el sudeste asiático que obstaculizan que sus monedas puedan llegar a ocupar hoy el lugar del dólar. “Por supuesto, el dólar estadounidense es y seguirá siendo una de las principales divisas. Pero el futuro del dólar dependerá mucho de Estados Unidos”, sostuvo el titular del BM.
Tras sesenta años de hegemonía del dólar, la crisis subprime puso en tela de juicio ese papel protagónico. Primero fue el patrón oro y luego, a través del acuerdo de Bretton Woods (en 1944), se puso al dólar como la única moneda aceptada mundialmente. En tanto, los bancos centrales del mundo comenzaron a utilizar al billete verde como reserva internacional. La reserva consiste básicamente en depósitos de moneda extranjera controlados por las autoridades monetarias. Con el déficit presupuestario –por la desproporcionada emisión de dólares– que generó la guerra de Vietnam, el billete verde dejó de ser convertible, aunque conservó su función de moneda fiduciaria (de valor).
La crisis subprime quitó esa confianza en el dólar. Desde julio de 2007, el uso del euro comenzó a ganar terreno como reserva. Esta situación conlleva ventajas y desventajas a los países del Viejo Continente. Si bien la globalización de la divisa europea mejora las condiciones de inversión, la fortaleza de la moneda afecta la competitividad internacional de las empresas en la Eurozona. La balanza se inclina aún más ante las decisiones de política monetaria que se llevan a cabo a ambos lados del océano. La Reserva Federal mantiene la tasa de interés rectora en cero con el objetivo de estimular el consumo, la inversión y abaratar el crédito. Sin embargo, este nivel de tasas expulsa capitales de inversores hacia otros mercados en búsqueda de mayores márgenes de rentabilidad. Por su parte, el Banco Central Europeo condujo la tasa a su mínimo histórico de 1 por ciento. La divisa norteamericana retrocedió 27 por ciento de su valor frente a la moneda común europea en los últimos meses.
“El futuro de los Estados Unidos dependerá de cómo responda a los grandes déficit y de si se recupera sin una inflación que podría socavar su crédito y su moneda”, afirmó Zoellick. La crisis puede también haber conllevado un impulso al sudeste asiático, que se sitúa entre dos poderes en alza: India y China. La organización de países del sudeste asiático (Asean) ha reconocido el momento y ha tomado acciones para profundizar su integración, según dijo el presidente del Banco Mundial. El directivo concluyó entonces que “Estados Unidos se equivocaría si creyera garantizado para el dólar el papel de divisa predominante del mundo”. “Al mirar hacia adelante, cada vez más, habrá otras opciones diferentes al dólar”, afirmó Zoellick.
Las primeras críticas provinieron de las autoridades de los bancos centrales de China y Rusia, a los que se agregó más tarde India. Estos países anunciaron en esa oportunidad que tomarían lentamente medidas para reducir el peso del dólar en sus reservas internacionales. Rusia ya redujo esa incidencia a menos de 50 por ciento. El gigante asiático, en tanto, manifestó su intención de diversificar la cartera de su Banco Central. En la región, el presidente Inácio Lula da Silva estimó ayer que el año próximo su país estará en condiciones de comerciar con India, China y Rusia sin utilizar el dólar. Los economistas de Naciones Unidas también hicieron un llamado para crear un nuevo sistema de reservas utilizando varias monedas. “El sistema Bretton Woods fue creado por 44 países, en un momento en que el poder estaba concentrado en un pequeño número de Estados. Ese mundo hace tiempo que ha pasado”, afirmó el titular del Banco Mundial.
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