El superávit primario, previo al pago de intereses de la deuda, sigue erosionándose, pero se mantiene positivo. En septiembre ascendió hasta los 223 millones de pesos. El dato representa una caída del 93,7 por ciento con respecto al mismo período del año pasado y es el nivel más bajo en los últimos seis años. Hace doce meses el indicador registró un superávit de 3532 millones de pesos y en agosto rondó los 540 millones. Si bien reconocen el marcado retroceso, en el Ministerio de Economía remarcan que ese resultado responde al incremento en el gasto producto de las políticas fiscales contracíclicas, principalmente la obra pública. Así, durante los primeros nueve meses del año las cuentas públicas acumulan un superávit primario de 8696 millones, mientras que el resultado financiero arroja un déficit de 4729 millones de pesos.

“Más allá de esta reducción, que reconocemos, estamos muy conformes con la performance fiscal que estamos llevando en este año. Mantenemos un superávit cuando la mayoría de los países están viendo importantes incrementos del déficit fiscal, como Estados Unidos y España, donde supera holgadamente el 10 por ciento del PIB”, apuntó el titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou. El ministro dijo que el resultado del superávit primario responde “tanto al ordenamiento que se produjo a partir de 2003 como a las políticas contracíclicas que han permitido que el nivel de producción y de empleo se siga manteniendo en nuestro país en medio de la crisis financiera internacional”.

Los ingresos totales fueron de 20.698 millones de pesos, con un alza de apenas 7,16 por ciento en comparación con septiembre del año pasado. En tanto, los gastos corrientes ascendieron a 19.576 millones de pesos, lo que implica un aumento de 28,3 por ciento. La decisión del Gobierno de mantener el ritmo del gasto a partir del estallido de la crisis financiera internacional le valió la fuerte crítica de la ortodoxia económica que predicaba la desaceleración del gasto para enfrentar las consecuencias del desbalance global.

Boudou y su secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, explicaron que por el lado de los recursos, la mayor recaudación se explica por los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social y el IVA. Los funcionarios destacaron que la variación interanual en el gasto primario se originó en el incremento de las erogaciones en obras públicas y de infraestructura básica y no en los gastos corrientes. “Más del 30 por ciento del incremento en el gasto primario se explica por los mayores desembolsos en gastos de capital, tanto en la inversión real directa como en las transferencias de capital”, señaló Pezoa.

El superávit primario se benefició con el rendimiento de las reservas que permitieron un aporte de 817 millones por parte del Banco Central. En septiembre del año pasado –cuando el saldo favorable en el resultado primario había sido de 3532 millones de pesos– ese aporte había sido de apenas 59 millones. Mientras tanto, el resultado financiero mostró un déficit de 2180 millones de pesos, cifra que contrasta con el superávit de 2208 millones que se había logrado en septiembre de 2008.

En este escenario, el resultado primario acumulado al tercer trimestre del año alcanzó los 8696 millones de pesos. Anticipándose a los diarios de hoy, Boudou advirtió que “seguramente vamos a ver titulares con una fuerte caída del superávit, mientras que en otros países estamos viendo importantes incrementos del déficit fiscal”. Desde el Ministerio de Economía remarcaron que “a diferencia de otras crisis en el pasado, el principal objetivo ha sido fortalecer el mercado interno y cuidar los empleos de la economía, estimulando y acompañando la actividad privada, haciendo una importante política social, llevando a cabo una fuerte inversión en obra pública y transfiriendo importantes recursos a cada una de las provincias del país”.