Jue 05.11.2009

ECONOMíA  › DIPUTADOS CONVIRTIó EN LEY LA PROMOCIóN A LA INDUSTRIA ELECTRóNICA FUEGUINA, CON ESCASA OPOSICIóN Y MUCHAS ABSTENCIONES

La promoción bien entendida viene desde abajo

“No es un impuestazo, es para que se deje de comprar mano de obra importada”, proclamó el titular de Industria fueguino.

› Por Sebastián Premici

El Congreso convirtió en ley el aumento de los impuestos internos a una serie de productos tecnológicos importados o fabricados en el continente –celulares, LCD, monitores, GPS y equipos de radiodifusión– con el objetivo de incentivar la producción nacional de esas tecnologías en Tierra del Fuego. La normativa, aprobada ayer en Diputados por 126 votos a favor, siete en contra y 53 abstenciones (PRO, UCR y socialismo), había regresado a la Cámara baja tras una modificación realizada en el Senado. Según indicó a Página/12 el secretario de Industria de Tierra del Fuego, Fabio Delamata, con la promoción industrial de estos equipos “la provincia podría duplicar su participación en el PBI nacional, que actualmente es del 1,3 por ciento”. “El proyecto no es un impuestazo, sino que está pensado para que Argentina deje de comprar mano de obra importada”, afirmó Delamata. Por su parte, las cámaras empresarias –sobre todo los importadores de cámaras digitales y PCs– rechazaron el proyecto y auguraron un encarecimiento inmediato de estas tecnologías.

Para que el círculo de la promoción industrial de los equipos tecnológicos se cierre, deberá entrar en vigencia el decreto presidencial 252, por el cual se bajan los impuestos internos a la fabricación de bienes tecnológicos en Tierra del Fuego. Esta promoción industrial se enmarca en la Ley 19.460. “Desde Buenos Aires nos trataron muy mal, diciendo que si nos daban esta ley nosotros aprobaríamos la ley de medios. Esta normativa es para beneficio de la industria nacional”, afirmó la gobernadora Fabiana Ríos a este diario, antes de la votación.

El enfoque de “impuestazo tecnológico” fue adoptado por la oposición a raíz del lobby que realizaron diversas cámaras empresarias nacionales e internacionales, en contra de la iniciativa. La primera objeción recayó sobre las notebooks. Según la oposición, al aumentar los impuestos de estos equipos se “agrandaría la brecha digital”. El lobby surtió efecto y el Ejecutivo convalidó que se quitarán de la ley las notebooks y netbooks. “Nos dedicamos a presionar y los únicos beneficiados fueron los importadores”, terminó reconociendo a este diario un dirigente de Camoca, quien además señaló que le pedirán al Gobierno la sanción de una ley de promoción de la industria del hardware.

Una vez que el Gobierno quitó del medio a las notebooks, parecía que la ley tenía un camino asegurado hacia su sanción. Sin embargo, lo que parecía una negociación cerrada, casi terminó en un conflicto político para el Ejecutivo. El último episodio estuvo relacionado con los equipos de aire acondicionado. El proyecto enviado por el Ejecutivo señalaba que se subirían los impuestos a los equipos fabricados en el continente hasta 6000 frigorías. Pero el día de la primera votación en Diputados, Gustavo Marconato, titular de la Comisión de Presupuesto, introdujo una modificación que consistió en gravar los equipos de hasta 18.000 frigorías. Para la oposición, ese cambio beneficiaba sólo a la empresa BGH.

Ese cambio se había hecho con el aval expreso de la ahora ministra de Industria, Débora Giorgi, quien luego desconoció cualquier injerencia sobre el proyecto a través de una nota enviada a Miguel Angel Pichetto durante el tratamiento en el Senado. Ese cortocircuito entre ambas cámaras legislativas e Industria puso en peligro la sanción de la norma, además de la amenaza de un costo político para el Ejecutivo. El Senado decidió volver al texto original –que fue aprobado la semana pasada por 35 votos a favor y seis en contra– y ayer convertido en ley en Diputados.

El año pasado, Tierra del Fuego fabricó 1,7 millón de televisores. Según indicaron a este diario desde la Secretaría de Industria provincial, con esta ley podrían aumentar su participación en el mercado de LCDs en un 30 por ciento, además de aumentar su participación en el mercado de los equipos de audio, videocámaras y GPS.

Otro de los aspectos criticados fue la inclusión en este régimen de las cámaras digitales y celulares, cuya producción nacional es nula en el primer caso y exigua en el segundo. Sin embargo, Delamata confirmó a Página/12 que tanto Kodak como Nikon estarían dispuestas a producir en la provincia, en asociación con alguna de las fábricas ya radicadas en la isla.

En cuanto a los celulares, desde Tierra del Fuego estiman que podrían alcanzar una producción de 5 millones de equipos en el mediano plazo (hoy se fabrican 200.000 unidades). La oposición y las cámaras empresarias dicen que estas tecnologías aumentarán su precio en un 30 por ciento. Sin embargo, es conocido en todo el mundo que el modelo de negocios de la telefonía celular está basado en la venta del servicio por parte de las telefónicas, que subsidian el costo de los equipos.

“Esto no termina acá. Ahora tenemos que hablar con Giorgi para seguir potenciando la industria nacional. El desarrollo tecnológico no puede depender de una sola provincia”, aseveró Delamata, quien remarcó que con esta promoción se generarán dos mil puestos de trabajo directo, además de un respiro económico para las alicaídas arcas de la provincia.

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