El gobierno nacional refinanciará el 70 por ciento de la deuda que la provincia de Córdoba mantiene con el poder central, proporcionando así un gran alivio a las finanzas de ese distrito mediterráneo. Ese auxilio se suma a los giros que la Anses está realizando para cubrir el rojo de la caja jubilatoria provincial, evitando así que la administración de Juan Schiaretti tenga que apelar a medidas extremas, como la emisión de cuasimonedas. En tanto, según el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, Buenos Aires también estaría en condiciones de afrontar sus compromisos, a pesar de su abultado déficit.

Hubo varios acuerdos celebrados entre el Estado gobernado por el cavallista Schiaretti y la Nación en los últimos días. En virtud de uno de ellos, la Administración Nacional de Seguridad Social se comprometió a girar antes de fin de año 370 millones de pesos para cubrir el rojo de la caja jubilatoria, convenio que no estaba honrando en tiempo y forma. Esos aportes continuarán a través de un esquema de cuotas mensuales de 57 millones de pesos, actualizables en función de la movilidad jubilatoria en los próximos dos años. El otro pacto implicó refinanciar la deuda a favor de la Nación en el marco del Programa de Asistencia Financiera.

Este último acuerdo es una vía tradicional para aliviar las finanzas provinciales, mecanismo que se viene concretando en los últimos ejercicios. Hacia fines de 2008, Córdoba consiguió reestructurar pasivos a favor de la Nación por 600 millones de pesos, 100 millones por debajo de los involucrados en este último convenio. Según estima el economista en jefe de Ieeral, Marcelo Capello, con esos convenios Córdoba no tendría que apelar al recurso extremo de emitir cuasimonedas. De todos modos es probable, de acuerdo con ese analista, que deba necesitar emitir un título de deuda por un monto que no superará los 300 millones de pesos, a semejanza de lo que hizo este año con la salida al mercado de los denominados BoCor.

Según la evaluación de Capello, los apremios fiscales de Córdoba se produjeron básicamente por una caída en términos relativos de los fondos que transfiere la Nación. Si bien el flujo de dinero por coparticipación se incrementó un 9 por ciento, la recaudación de recursos propios subió un 40 por ciento en términos nominales, básicamente por las nuevas alícuotas de Ingresos Brutos. Pero mientras los ingresos crecieron en promedio alrededor del 20 por ciento, el gasto público cordobés saltó un 31. Ese es el origen de la brecha, que se atribuye al manejo fiscal de Schiaretti más que al ritmo de giro de la Nación.

Sin embargo, la provincia que lidera el ranking en materia de déficit es Buenos Aires, que este año cerraría sus cuentas con un rojo aproximado de 6 mil millones de pesos. “Hemos hecho reformas profundas y la provincia se ha de-sendeudado en términos reales. Contra todo lo que auguraban, venimos pagando los sueldos y aguinaldos en tiempo y forma”, sostuvo Scioli, para quien se avecinan tiempos “prósperos en lo económico, muy inclusivos en lo social, de muchas inversiones que están planificadas, de vuelta al mercado de capitales”. Y, de broche, “con una muy buena cosecha”.