La AFIP decidió profundizar los controles sobre los consumos con tarjetas de crédito. El organismo dispuso a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial que los bancos y emisoras de plásticos deben remitirle información sobre los consumos que superen los 3000 pesos mensuales. Este control está instrumentado desde hace tiempo, pero la novedad es que ahora los informes a la AFIP deberán ser mensuales en lugar de trimestrales y, sobre todo, estarán incluidos los gastos con tarjetas vinculadas con cuentas bancarias en el exterior.

La norma exige detallar las compras hechas con tarjeta a los bancos del exterior que hubiesen emitido plásticos a nombre de ciudadanos argentinos, no importa el lugar donde haya sido efectuado el gasto. El propósito es cruzar esa información con la que surja de las declaraciones que hacen los contribuyentes para el pago de Bienes Personales y Ganancias con el obvio afán de corregir la base sobre la que se aplican esos gravámenes, si del cruce surge que el patrimonio es mayor al que se había declarado, algo que es factible que ocurra, por ejemplo, cuando un argentino tiene bienes en el exterior.

Ese objetivo fue destacado más de una vez por el ex recaudador bonaerense Santiago Montoya, cuando desde la provincia de Buenos Aires intentó medidas que propendían a instrumentar este tipo de control sobre los plásticos emitidos en el exterior, una manera de sincerar el universo de bienes de los contribuyentes argentinos.

Ayer la defensora adjunta del Pueblo y defensora del Cliente Bancario de la ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz, cuestionó la decisión de la AFIP por considerarla “una medida arbitraria y antidemocrática” y consideró “absurdo” aquel mínimo de 3000 pesos, considerando lo que necesita una familia para vivir. El Centro de Economía Regional y Experimental también opinó que podría generar una retracción en el consumo. No habría, sin embargo, razones objetivas para que esto ocurra.