ECONOMíA
› DUHALDE DECIDE SU RENUNCIA. EN ECONOMIA DISCUTEN EL SUCESOR
Todos apuestan contra Pignanelli
El Presidente recibirá hoy al renunciante titular del Banco Central. Aunque algunos ministros alegan a su favor, en Economía aseguran que ya está resuelta su salida. El ex contador de Duhalde, Jorge Levy, aparece como el favorito entre los candidatos a sucederlo.
› Por Claudio Scaletta
Eduardo Duhalde escuchará hoy de Aldo Pignanelli las razones de su renuncia a la presidencia del Banco Central. Lo hará después de haberse sentido “sorprendido” por la actitud del funcionario y de haber respaldado firmemente al ministro Roberto Lavagna, a quien ayer consideró una “revelación” y “un hombre sobresaliente en lo suyo”. Todo indica que, aunque Pignanelli aún mantiene aliados en el Gobierno que impulsan su permanencia, el titular del Palacio de Hacienda habría ganado la pulseada y que la renuncia de Pignanelli sería aceptada.
Mientras desde algunos sectores del gabinete se continuó apoyando hasta último momento la permanencia de Pignanelli al frente de la autoridad monetaria (ver aparte), en el equipo económico ya se baraja quién será su sucesor. Entre los nombres que se escuchan aparecen todos los funcionarios del Central allegados a Lavagna, entre ellos Félix Camarasa y Felisa Michelli. Pero el favorito de las apuestas es el de Jorge Levy, actual Superintendente de Entidades Financieras. Si bien Levy es considerado hombre de Eduardo Duhalde –fue su contador–, también tiene excelente relación con el Ministerio de Economía. Un integrante del equipo económico con rango de secretario de Estado dijo a este diario que se trata de “un muy buen profesional que siempre tuvo una actitud muy constructiva”.
En tanto, un ex presidente del Banco Central que prefirió mantener reserva de su identidad señaló a Página/12 que el alejamiento de Pignanelli será interpretado por “los mercados” como una interferencia en la independencia del Central y que, por lo tanto, dificultará llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. No obstante, el ex funcionario reconoció también que algunos de los pasos dados por Pignanelli fueron inconsistentes con las políticas del Ministerio de Economía y excedieron la función de “contrapeso” que debe cumplir la autoridad monetaria. Entre tales inconsistencias, que generaron “un enfrentamiento innecesario”, señaló el haber presentado un programa monetario con un dólar a 3,30, cuando tanto en el Presupuesto nacional para el 2003 como en las negociaciones con el FMI se trabaja con un valor de la divisa en torno a los 3,60. Acerca de la propuesta del bono compulsivo defendida por Pignanelli cuando Lavagna estaba de gira por Europa, el ex funcionario consideró que “fue mal entendida”. Además rechazó las acusaciones de que el todavía titular del Central responda a los intereses de la banca. “Eso es lo mismo que decir que el ministro de Defensa no debe preocuparse por los militares”, argumentó.
Un importante colaborador del ministro Lavagna que también dio por descontado el alejamiento de Pignanelli quiso remarcar ante este diario que la relación entre Duhalde y el presidente del Central se volvió tirante. El presidente “no se banca el cambio que hizo en la línea del CEMA y a nadie se le escapa que el CEMA es Menem”.
Aunque Pignanelli era un hombre del ex ministro Jorge Remes Lenicov, no son pocos en el Gobierno quienes consideran “extraño” el giro ideológico hacia posiciones antes criticadas. En esta línea, es recordado que Pignanelli fue uno de los principales redactores del dictamen que terminó con la caída de Pedro Pou, por eso no deja de sorprender su progresivo acercamiento a su antecesor menemista. En el debe de Pignanelli también se cuenta el haber dicho en el exterior que la Argentina pagaría con reservas, cuando sabía que ésta no era la idea del Gobierno, e incluso haber iniciado los movimientos para efectuar dichos pagos.
Según cuentan quienes circulan por la Casa Rosada, no es sólo la molestia de Duhalde con Pignanelli la que jugará hoy en la decisión del presidente, sino también su preferencia por Lavagna, a quien considera responsable del mejoramiento de la situación económica. “El presidente no lo toma (a Pignanelli) muy en serio”, dijo una fuente de Economía a Página/12, “muchas veces que quiere cortarle el teléfono le dice ‘te dejo porque me está llamando Roberto’, además no le queda claro que sea un tipo que le responda”, concluyó. “Debo reunirme con él. Me sorprendió su renuncia en pleno viaje a Brasil, y creo que éstas son cosas que no pueden hablarse por teléfono”, señaló ayer el jefe de Estado. Lo cierto es que “aún no hay decisión tomada respecto a la situación del presidente del Central”, pero podría “tener una definición mañana (por hoy)”, argumentó Duhalde.
Mientras tanto, el viejo peronista Pignanelli sólo recibe apoyo desde los sectores del liberalismo ortodoxo. Para el economista Orlando Ferreres, el alejamiento del titular del Central es una “muy mala noticia” para los mercados. “Pignanelli tomó medidas acertadas” y desde que asumió “se estabilizó el tipo de cambio” y el sistema financiero “mejoró”. Ferreres no se tomó el trabajo de explicar que, sin embargo, muchas de las medidas que posibilitaron la relativa estabilización de las variables macroeconómicas, como el moderado control de cambios, no fueron tomadas por Pignanelli sino a su pesar.
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