Shell se sumó a su colega estadounidense Esso y aumentó los precios de los combustibles. El incremento, que rige desde la hora cero de anoche, fue de entre 3,4 y 4,3 por ciento en el caso de las naftas y del 6,1 por ciento para el gasoil. Al igual que Esso, la angloholandesa efectuó el anuncio antes de que se reabran las negociaciones con el Gobierno que, precisamente, debían conducir a impedir los aumentos que ya se están dando. Repsol-YPF, por su parte, haría lo propio antes de que termine la semana.
En principio, la nueva reunión de las petroleras con el secretario de Energía, Alberto Devoto, debe realizarse esta mañana, a las 10, en el Palacio de Hacienda. A esta altura de los acontecimientos, el rol del funcionario será consensuar un mecanismo para evitar que los aumentos de los combustibles sean aún superiores a los anunciados. El nuevo cuadro tarifario de Shell es el siguiente: V–Power (1,979 pesos por litro); Súper (1,899); Común (1,699); Diesel (1,349) y Gasoil (1,319).
Las subas de las naftas y el gasoil quebró una estabilidad que duró tres meses, en sintonía con la quietud del tipo de cambio. Hay dos razones que explican los nuevos saltos: en primer lugar la huelga que mantiene paralizada a Venezuela, uno de los principales productores mundiales de petróleo. En segundo término figura el posible ataque bélico de los Estados a Irak. Estos hechos impulsaron el precio del crudo. En el caso del WTI –referencia del mercado argentino– el alza resultó de 26 a 33 dólares en un mes.
En el encuentro de esta mañana se intentará consensuar una compensación del Estado para que el crudo llegue a las compañías refinadoras, como Esso y Shell, a entre 27 y 29 dólares el barril en vez de los 33 dólares que cuesta en el mercado. La compensación se realizaría a través de una rebaja en las retenciones a las exportaciones. De esta manera se evitaría subas mayores a las establecidas.