El canje de deuda concluyó ayer, según el cronograma oficial que tuvo ya una prórroga de dos semanas, cumpliendo con el piso autoimpuesto por Economía del 60 por ciento de adhesión. No obstante, a partir de haberse alcanzado ese objetivo, el equipo económico estudia la posibilidad de extender el cierre de la operación para que eventualmente continúe el ingreso de minoristas. Hasta anoche, en el Palacio de Hacienda se inclinaban más por esta opción que la de dar por finalizado el swap (intercambio) de bonos. Tanto fuentes gubernamentales como privadas cercanas a la operación coincidían en que los primeros sondeos, cuyo resultados se difundirán oficialmente hoy, evidenciaban el ingreso de unos 12 mil millones de dólares, equivalente al 65 por ciento de los 18.300 millones a reestructurar.

El segundo capítulo de la crisis internacional, ahora con epicentro en Europa, coincidió con el lanzamiento del canje, complicando el objetivo del equipo económico. Previo a esa situación, las expectativas del mercado y del propio Gobierno giraban en torno de un nivel de adhesión incluso superior al 80 por ciento. Sin embargo, ese guarismo tuvo que ser revisado a la baja, sobre todo después del magro resultado obtenido en la primera parte del canje, destinada a los inversores institucionales. Los mayoristas ingresaron unos 8500 millones de dólares, representando apenas el 45 por ciento del total a reestructurar. De hecho, para facilitar la tarea de los bancos respecto de este segmento, se prorrogó unos días el plazo –después corrió una penalización de un dólar por cada cien canjeados– para sumar voluntades. Desde entonces, la estrategia se circunscribió a seducir a los tenedores individuales.

Con los minoristas la tarea también fue ardua, debido a lo atomizado del segmento. Los funcionarios, con el ministro de Economía a la cabeza, reiniciaron el road show con la propuesta en los principales países que detentaban mayor cantidad de bonistas. Fruto de esos contactos y del pedido de la Asociación de Bancos Italianos (ABI), el Gobierno dispuso el primer aplazamiento en la duración original del canje. La operación cerraba el 7 de junio y se extendió hasta ayer. El argumento que se esgrimió fue que hubo dificultades para registrarse algunas operaciones de adhesión.

En las últimas semanas, según fue informando por el equipo económico, la operación registró un ingreso promedio que osciló entre los 150 y 200 millones de dólares diarios de parte de bonistas. Ese goteo se fue intensificando en los últimos días, lo que motivó la idea de dejar abierto el canje. “Está en evaluación, pero dependerá de los informes que se vayan recibiendo por estas horas. De acuerdo con los cómputos que recibimos, podría postergarse”, adelantó una fuente gubernamental. Desde Economía habían asegurado a este diario que esa decisión respondería sólo al pedido de fondos importantes. “Hoy nos lo están pidiendo bancos y operadores minoristas, sobre todo de Italia”, justificó la fuente.

Si bien no se dio a conocer oficialmente el número –se hará hoy durante una conferencia de prensa–, el 60 por ciento de piso de adhesión está “asegurado”, explicó un colaborador de Boudou. El último dato oficial fue dado a conocer por Boudou hace quince días, cuando comunicó el arribo del 54 por ciento. Por su parte, en el mercado se muestran más cautos, sobre todo después de que fracasaran esas estimaciones privadas respecto del ingreso de institucionales, de quienes esperaban unos 10 mil millones de dólares.

Aún no se descarta la alternativa de una nueva prórroga. “Es muy probable que se acuerde dejarlo abierto, pero también que se especule con eso hasta el viernes”, dijo a este diario el economista José Siaba Serrate. El especialista sostuvo la necesidad de darle un cierre a la operación, pero reconoce que el contexto internacional actual obliga a “esperar a que se normalice la situación”. “Se puede esperar un momento más firme de los mercados, teniendo en cuenta que ese resultado del canje impacta en otras decisiones de inversión de empresas y provincias”, agregó Siaba Serrate, quien prevé como plazo hasta “septiembre u octubre”.