ECONOMíA › LOS PRODUCTORES OBTENDRáN EN ESTA CAMPAñA UNA RENTABILIDAD NETA DE 9399 MILLONES DE DóLARES
Es el beneficio total que aportarán las cosechas de soja, maíz, girasol y trigo por la suba de precios y la mejora en los rindes. Los proyectos de la oposición para bajar retenciones ampliarían las ventajas de este sector privilegiado.
› Por Roberto Navarro
Los cuatro principales cultivos del campo arrojarán una rentabilidad neta a los productores de 9399 millones de dólares en la cosecha actual. La producción de soja, maíz, girasol y trigo marcará nuevo record histórico de ganancias para el sector. Esa estimación fue realizada por el Ministerio de Economía, informe al que tuvo acceso Página/12. Ese cálculo está elaborado en base a datos de Márgenes Agropecuarios, la revista de mayor circulación entre los productores. El documento oficial destaca que esa cifra estimada es un 88 por ciento superior a los ingresos del año pasado, un 180 por ciento más que la de 2003/2004, un 301 por ciento mayor a la de 2001, siempre medido en dólares, y supera en 87 millones de dólares el record de la cosecha 2006/2007. La recuperación del precio de los granos de los últimos seis meses no fue acompañada por un alza similar de los costos, que se mantuvieron estables. A la vez, el régimen de lluvias derivó en rindes por hectárea nunca alcanzados. La fuerte participación de la soja –el cultivo de mayor rentabilidad– en el total de la cosecha completó una muy favorable ecuación económica. En este contexto, los proyectos de la oposición para rebajar las retenciones agropecuarias significan abultar aún más la rentabilidad de un sector privilegiado.
“Desde principios de la historia moderna los países han priorizado en su estrategia de recaudación a los sectores de mayor ventaja comparativa. En Argentina, claramente, el campo, con su doble cosecha anual, su clima, su tierra y sus pasturas, es el sector que debe brindar un aporte fundamental a los recursos públicos”, explicó el economista Aldo Ferrer a Página/12. Y agregó: “La política macroeconómica actual procura fortalecer la competitividad de la producción interna, abrir espacios de rentabilidad que retengan el ahorro interno en la ampliación y transformación de la capacidad productiva y promover la estabilidad razonable de precios. En este contexto, las retenciones agropecuarias juegan un papel fundamental”. Un campo de 200 hectáreas en el norte de la provincia de Buenos Aires que sembró soja en octubre de 2009 y la cosechó en abril de este año arrojó una rentabilidad de 445 dólares por hectárea. Este establecimiento testigo utilizado por la revista Márgenes Agropecuarios consiguió su máxima rentabilidad por hectárea en la cosecha 2006/2007, con 492 dólares por hectárea. En 2003/2004 había ganado 268 dólares y en 2000/2001, 155 dólares, con una cotización del dólar de un peso. Si bien la rentabilidad por hectárea es aún un 9 por ciento inferior a la de 2006/2007, el volumen cosechado marca la diferencia. Este año, ya comercializado el 80 por ciento de la producción, la cosecha fue de 52,7 millones de toneladas de soja, un 20 por ciento arriba del año de mayores utilidades por hectárea. A la vez, la cosecha actual es un 70 por ciento mayor que la del año pasado. Así como en la anterior campaña el campo sufrió una de las mayores sequías de la historia, en la actual el régimen de lluvias fue muy bueno. Así los rindes de la soja llegaron hasta 37 quintales por hectárea, maximizando la productividad. La oleaginosa le dejará este año al campo 7220 millones de dólares.
Un campo de 200 hectáreas situado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires que sembró maíz consiguió una rentabilidad de 378 dólares la hectárea. La utilidad más alta conseguida por este productor en la historia. Supera en un 21 por ciento a la alcanzada el año pasado, en un 16 por ciento a la de 2006/2007 y en un 140 por ciento a la de 2003/2004. A finales de la convertibilidad ese establecimiento apenas ganó 80 dólares o pesos por hectárea, un 78 por ciento menos que en la cosecha actual. Además de brindar la mayor rentabilidad en dólares de la historia, el maíz batió este año un nuevo record de producción, con 22,5 millones de toneladas. Un 79 por ciento más que en la campaña anterior, un 2,4 por ciento arriba del record anterior, en la campaña 2007/2008 y un 52 por ciento más que hace siete años, en los albores de la administración kirchnerista. Este año Argentina volverá a ser el mayor exportador de maíz del mundo. A la vez, el fuerte crecimiento del sector avícola en el país tracciona los precios internos al alza.
El trigo fue motivo de las mayores quejas de las entidades patronales del campo durante los últimos dos años. El argumento de la Mesa de Enlace era que la política agropecuaria del Gobierno había sido responsable de una caída de la cosecha superior al 50 por ciento. Las cifras actuales revelan que la caída se debió fundamentalmente a la sequía y en segundo término a la baja de los precios internacionales. Pero llegó la lluvia y también la recuperación de los precios, que sólo en los últimos dos meses repuntaron un 60 por ciento. Así la cosecha 2009/2010 fue de 7,5 millones de toneladas y, ya sembrada la nueva campaña, las estimaciones para la cosecha del año próximo superan las 13 millones de toneladas, muy cerca del record de 2007/2008. Márgenes Agropecuarios publicó en su mensuario de julio último la rentabilidad de un campo de 200 hectáreas sembrado de trigo en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. La revista aclara que el productor, como suele hacerse en el campo, esperó la mejora de precios para comercializar su cosecha. Así consiguió una rentabilidad por hectárea de 313 dólares, una utilidad record que representa el doble que en la campaña anterior y un 20 por ciento arriba que la de 2007/2008, la más rentable para este cereal hasta el momento. Según los analistas agropecuarios, el cierre de las exportaciones de Rusia augura una suba aún mayor en los precios.
La cosecha de girasol fue la más baja de los últimos años: 2,25 millones de toneladas, un 5 por ciento inferior a la del año pasado, un hecho que se da en todos los países líderes en producción de granos. Eso es porque el impulso de demanda que tiene el resto de los granos desde China e India no se da en el girasol. Gran parte de la soja y el maíz son utilizados por estos países para alimentar animales; no es el caso del girasol, que sólo se utiliza para la producción de aceite. De los 9400 millones de dólares, netos de retenciones, que recibirá el campo este año, el girasol aportará sólo 254 millones.
Las primeras estimaciones para la próxima campaña señalan una nueva suba de la cosecha de aproximadamente un 12 por ciento. La recomposición de los precios internacionales luego de la crisis financiera y la estabilidad de los costos ya auguraban fuertes ganancias; la lluvia hizo el resto. Una prueba de que la relación tipo de cambio-retenciones sigue siendo favorable es que el rendimiento de la cosecha es un 16 por ciento mayor que el de Brasil.
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