En diez días saldrán aprobados los primeros proyectos de inversión de la línea fondeada con redescuentos del Banco Central, por un monto total de 160 millones de pesos. Tal como anticipó ayer Página/12, el Ministerio de Industria confirmó que se trata de una docena de carpetas de diversos sectores como alimentos, textil, metalmecánica y autopartes. Los fondos serán prestados por bancos públicos y privados a una tasa fija del 9,9 por ciento, financiados con redescuentos del Central, cuya licitación se abrirá en los próximos días. Las entidades privadas dejaron trascender que la línea resultaba poco atractiva, por el bajo spread que podían cobrar. Sin embargo, en el Gobierno argumentan que estas instituciones también se benefician porque acceden a un mayor caudal de clientes, a los que pueden venderles otro productos.

En Economía aseguran que la prioridad para este año y el próximo es impulsar la inversión privada, de forma de incrementar la oferta y relajar algunos cuellos de botella, incorporar tecnología y crear empleo de calidad. Para evitar que sólo opere el autofinanciamiento de las empresas a través de la reinversión de utilidades, el Gobierno puso a disposición del sector privado una serie de herramientas como los créditos de la Anses y de bancos como el Nación y el BICE. En la misma línea, se impulsó el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario, implementado un mes atrás con redescuentos del BCRA.

Para fines de agosto saldrán aprobados los primeros proyectos. Ayer lo confirmó la ministra de Industria, Débora Giorgi, detallando la cantidad y monto de las carpetas presentadas. Con ello subraya el interés empresario por invertir en el país, en contraposición con el reclamo de las cámaras patronales más importantes –UIA y AEA–, que hace unos días repitieron la histórica queja por la seguridad jurídica, que en su concepción estaría trabando los planes privados. En aquel momento, Giorgi había contragolpeado indicando que la inversión está llegando al 23 por ciento del PIB.

“En diez días la Unidad de Evaluación del Programa de Financiamiento del Bicentenario determinará la elegibilidad de los primeros proyectos de inversión por un total de 160 millones de pesos, los que serán derivados al Banco Central para su instrumentación”, expresó Giorgi desde San Juan, donde participó de un encuentro junto al gobernador José Luis Gioja. Son doce carpetas que están listas para ser aprobadas por el comité compuesto por técnicos de Industria, Economía y la Secretaría de Comercio Interior. Para aquellas iniciativas relativas al sector agropecuario, el órgano evaluador incorpora a la cartera agrícola.

Los proyectos que próximamente se aprobarán fueron elegidos entre unas 400 presentaciones con inversiones por más de 2800 millones de pesos. Además, unas 70 empresas continúan evaluando junto a los técnicos la documentación requerida. Se trata de proyectos de sectores como alimentos, textil, metalmecánica, autopartes, avícola, medicamentos, juguetes y gráficos, entre otros. El primer paso para la presentación de las carpetas es la aprobación de parte de la comisión evaluadora que confeccionó el Gobierno, que tiene en cuenta el impacto a nivel laboral, capacidad de repago, incorporación de nuevas tecnologías y potencialidad exportadora. Este trámite es el que estará listo en diez días para una docena de proyectos y se llevó adelante en muchos casos a través de los propios bancos que luego otorgarán el crédito.

El programa de financiamiento prevé conceder préstamos por 8 mil millones de pesos para inversiones de carácter productivo. La tasa de interés es de 9,9 por ciento anual fija en pesos, con plazo de hasta cinco años y 12 meses de gracia, un costo crediticio sumamente inferior al del promedio del mercado. Los fondos los facilita el Banco Central al 9 por ciento, previo proceso de licitación por parte de las entidades privadas, que acceden a los redescuentos respaldándose con sus activos públicos. Algunos banqueros entienden que el spread resultante es bajo, aunque desde el Gobierno responden que para las entidades también funciona como una vidriera para promocionar otros productos que gocen de un margen mayor.

Informe: Javier Lewkowicz.