La tasa mundial de desempleo juvenil alcanzará a fin de año el máximo nivel registrado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, advirtió un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más de 81 millones de personas en condiciones de trabajar, con edades entre 15 y 24 años, se encontraban desocupadas al finalizar 2009, pero esta cantidad se seguirá incrementando por lo menos hasta final del corriente año, señala la OIT.

El porcentaje de desempleo entre los jóvenes supera la tasa general en todos los casos. En 2007, el de-sempleo juvenil había alcanzado el 11,9 por ciento. En los años siguientes continuó el ascenso, trepando al 13 por ciento en 2009. Hasta fin de este año, la OIT prevé que se mantendría el alto nivel de desempleo juvenil, en torno a una tasa del 13,1 por ciento.

La proyección de la organización señala para el año 2011 un leve descenso del desempleo juvenil, al 12,7 por ciento, todavía por encima del desempleo entre adultos.

Pero esta tasa es todavía mayor en los países desarrollados. En los últimos años, se verifica en ese conjunto un incremento de 4,6 puntos porcentuales, que llevó el desempleo al 17,7 por ciento entre los jóvenes. En Estados Unidos, la tasa de desempleo juvenil creció ocho puntos con la crisis, llegando al 18 por ciento.

Sara Elder, economista de la OIT, señaló que este desalentador escenario “hace que ya se hable de la generación perdida, caracterizada como un grupo de jóvenes desanimado que, después de una larga y frustrada búsqueda de empleo, se excluye del mundo laboral”.

En las economías en desarrollo, en tanto, el rasgo observado es que la juventud es más vulnerable al desempleo y la pobreza, por lo que la crisis se traduce en menor cantidad de horas trabajadas y en reducción de salarios para los que pueden mantener un empleo formal. Por ello, unos 152 millones de jóvenes –cerca del 28 por ciento de la población joven en capacidad de trabajar en el mundo– tuvieron empleo en 2008, pero permanecieron en la pobreza extrema, al disponer de menos de 1,25 dólar al día. “El resultado es que el círculo de la pobreza laboral persistirá, al menos, otra generación”, advierten desde la OIT.