El canciller Héctor Timerman criticó ayer con duros términos a los fondos buitre, las calificadoras de riesgo y los paraísos fiscales, argumentando que el accionar de éstos permite el “acoso” de los acreedores sobre los países. El diplomático, quien estuvo a cargo del cierre del Consejo de las Américas, reclamó “disciplinas internacionales para ordenar a los mercados financieros y terminar con la especulación desmesurada”. También sentó posición contra la eliminación del secreto bancario. Previo a la exposición del funcionario, el vicepresidente de Moody’s, Gabriel Torres, se refirió a una falta de transparencia en las estadísticas oficiales y la imposibilidad de que éstas puedan ser utilizadas como parámetro en las decisiones de mercado.

El canciller consideró que esas calificadoras aplican determinados tipos de notas a los países “si se pagan o no se pagan los honorarios”. En su discurso ante unos 300 empresarios y dirigentes políticos, Timerman señaló que el gobierno argentino trabaja en el ámbito global por “reglas financieras más justas y por la cooperación entre los Estados y la defensa de los derechos humanos”. Recordó así la propuesta de crear calificadoras de riesgo “neutrales, financiadas con un impuesto a las emisiones de deuda, tal como se sugirió en un informe elevado al presidente de la Asamblea General de la ONU”.

Sobre fondos buitre expresó que “luego de la reciente y exitosa reforma de la deuda argentina, que llegó a un nivel de 92 por ciento de aceptación, son esos fondos los que no han aceptado los términos propuestos porque su estrategia es judicial”. “Apuestan a que los embargos dificulten nuevas emisiones y, por cansancio y acoso, puedan cobrar el valor original de los títulos de deuda que compraron a precio de default”, agregó.

Recordó que “los líderes proclamaron el fin de la era del secreto bancario en la Cumbre de Londres, pero –según admitió– los desafíos para instrumentar esta proclama son enormes”. “Hacen falta acuerdos bilaterales e intercambio de información, pero también debemos construir normas de derecho internacional que sancionen a las jurisdicciones no cooperativas”, insistió. El canciller argentino responsabilizó a la imposición del secreto bancario como promotor de la “fuga de capitales, lavado de dinero, terrorismo internacional y evasión impositiva”. “La sana política de cada país es necesaria pero no suficiente, porque hay situaciones que requieren de toda la comunidad internacional”, advirtió.