El próximo 23 de septiembre vence el mandato de seis de los diez directores del Banco Central, incluida la presidenta, Mercedes Marcó del Pont, y el vice, Miguel Pesce. La Carta Orgánica de la entidad establece que los miembros del órgano de conducción son designados por el Poder Ejecutivo con el acuerdo del Senado. Mientras dure ese proceso, los candidatos ocupan los cargos en comisión, situación que se presenta como más probable teniendo en cuenta las dificultades políticas para consensuar la designación de la actual responsable de la autoridad monetaria registradas a comienzos del año tras el desplazamiento de Martín Redrado. La conformación del nuevo directorio del Central no será un proceso sencillo debido a la proximidad de las elecciones presidenciales del año próximo. El cargo de los directores dura seis años.

Más allá de las internas entre distintos sectores del Gobierno, las versiones sobre posibles desembarcos o la voluntad para permanecer en el puesto de algunos directores, en el Ejecutivo evalúan reducir al mínimo indispensable el debate legislativo para facilitar la aprobación de los pliegos necesarios que garanticen el funcionamiento del Central. Según establece la Carta Orgánica, para que se constituya quórum en el directorio se requiere la presencia de cinco miembros. Frente a ese escenario, en Economía y en el propio BC estiman que “lo más viable políticamente sería enviar dos pliegos, para la presidencia y el vice, porque no se puede quedar tan ajustados con el quórum. Si a alguno de los directores que quedan se le ocurre no ir nunca, el banco se paraliza, por eso hay que garantizar su funcionamiento”. Quienes sostienen esa vía de acción recuerdan que el Banco Nación atravesó recientemente una situación similar con un directorio reducido.

Desde esa perspectiva, los pliegos que enviaría al Senado el Gobierno son los de Marcó del Pont y Pesce. La primera fue designada en el cargo hace seis meses por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su nombramiento fue confirmado en el Senado a pesar del rechazo ejercido por una porción del conglomerado opositor. Hoy CFK participará de las Jornadas Monetarias que organiza la entidad, evento al que no había concurrido cuando Martín Redrado manejaba el instituto emisor, lo que es interpretado como un respaldo a la gestión de Mercedes Marcó del Pont. Por su parte, Pesce habría demostrado su compromiso con el Ejecutivo durante el atrincheramiento de Redrado y el debate por el uso de las reservas internacionales en enero.

La relación de fuerzas en el Senado no permite asegurar un pronto despacho a esos pliegos. Aunque los legisladores indican que el debate todavía no llegó a sus oficinas, en la bancada del Frente para la Victoria no consideran imposible repetir la votación que confirmó a Marcó del Pont para concluir el mandato de Redrado.

Mientras tanto, la semana pasada, al presentar una actualización del Programa Monetario, la presidenta del Central deslizó su voluntad de continuar en el cargo. Sin embargo, colaboradores cercanos son cautelosos y advierten que todavía no está confirmado que vaya a seguir al frente del banco. Incluso cuando el Senado no pueda alcanzar un acuerdo, los directores propuestos por el Ejecutivo podrán continuar desempeñando sus cargos “en comisión” hasta que se logre consensuar. El escenario para ocupar los puestos vacantes en el Central se complementa con un variado menú de pujas políticas entre funcionarios y las presiones de distintos sectores que pretenden “nombrar” directores afines a sus intereses.

Los directores que concluyen su mandato, además de Marcó del Pont y Pesce, son cuatro: Arnaldo Bocco, Zenón Biagosch, Waldo Farías y Arturo O’Connell. El resto permanecerá en su cargo hasta 2013. Se trata de la vicepresidenta segunda, Gabriela Ciganotto –ex titular del Banco Nación y cercana a CFK–, Carlos Sánchez –ex funcionario santacruceño–, Sergio Chodos –vinculado con el ministro de Economía, Amado Boudou– y Carlos Pérez –nombrado por Redrado–. Entre los que se quedan, la distribución de fuerzas es afín al Gobierno. Hasta ahora, Pérez participó de las reuniones del directorio y en lugar de votar contra las iniciativas impulsadas por la actual conducción optó por abstenerse.