El grupo español BBVA se achicó en Brasil. A cambio de 585 millones de dólares, el brasileño Bradesco captó las 438 sucursales y activos por 4900 millones de dólares. Además del efectivo, el BBVA será dueño del 4,5 por ciento del Bradesco, la entidad financiera más grande del país vecino. Tras la fusión, el Bradesco posee activos por 45.900 millones de dólares y 3374 sucursales. Según los españoles, los cambios responden a un replanteo estratégico del grupo, que en Brasil tenía una operatoria muy limitada. Consultadas por Página/12, fuentes de la oficina local del BBVA descartaron cambios en su operatoria en la Argentina.