ECONOMíA
› EL GOBIERNO NO INFORMO SI PAGO. EL ACUERDO CON EL FMI SIGUE INDEFINIDO.
¿No vio si alguien tocó las reservas?
Durante todo el día, el Gobierno intentó ocultar si pagaría o no con reservas a los organismos. Finalmente, pagó una cuenta menor, pero no lo informó. El FMI fue cómplice del secreto, hasta que hoy se defina en Washington la suerte del acuerdo.
› Por David Cufré
La orden de Eduardo Duhalde fue contundente. “Estamos en la última fase de la negociación y no quiero ningún impedimento por declaraciones que a veces son malinterpretadas”, enfatizó desde Brasilia, en un mensaje directo a sus funcionarios. En Buenos Aires todos acataron. El Gobierno dejó trascender por la mañana que estaba dispuesto a cancelar los vencimientos de esta semana con los organismos multilaterales. Pero luego, siguiendo la instrucción presidencial, nadie confirmó si ayer se efectuaron desembolsos. Fuentes del Ministerio de Economía y del Banco Central ratificaron la información que publicó Página/12. Los términos del acuerdo quedaron expresados en la Carta de Intención que se consensuó con la misión del FMI en Buenos Aires. El documento fue enviado a Washington y se espera que hoy haya alguna señal de Horst Köhler y Anne Krueger que confirme la firma del convenio. Si la señal se produce, se les pagará al BID, al FMI y al Banco Mundial.
El final de la negociación es tan complejo como lo que ocurrió durante todo un año. La desconfianza mutua entre el Gobierno y las autoridades del FMI complica la definición de un acuerdo que en términos políticos parece cerrado. El Grupo de los Siete apoya la refinanciación de los vencimientos de Argentina con los organismos hasta junio, para facilitar la transición política. La última exigencia que pone el staff del Fondo es que el Gobierno levante la cesación de pagos con el Banco Mundial y cubra los vencimientos de esta semana. Duhalde y Roberto Lavagna están dispuestos a cumplir, pero demandan una confirmación, aunque sea telefónica y privada, de que el FMI respetará su parte. Esto es, convalidar lo que negociaron sus enviados en Buenos Aires y aprobar el acuerdo.
Este diario dialogó con funcionarios del Palacio de Hacienda, del Banco Central y de la Casa Rosada. En todos los casos manifestaron que es impensable en este momento que se frustre el entendimiento. En consecuencia, se les pagaría a los organismos. “La cuestión burocrática para efectuar los desembolsos está lista”, afirmó una de esas fuentes. John Dodsworth y John Thornton, jefes de la delegación del FMI, estuvieron ayer en el Central analizando ese asunto.
La pregunta más difícil de responder es qué hará el Gobierno si no recibe la señal que ansía. Las fuentes discreparon en este punto. Unos insistieron, tal como lo hacen desde hace días, en que en ese caso se cuidarán las reservas y no se repetirá la experiencia del inicio de la gestión de Duhalde de “pagar para ver”. “Bajar las reservas en 3000 millones de dólares sin garantías de que parte de ese dinero será recuperado luego de la firma del acuerdo sería suicida. Se abriría la puerta a una corrida cambiaria incontrolable”, advirtió un funcionario. Otros indicaron que sin una confirmación de Köhler y Krueger de que se sancionará el convenio, Duhalde y Lavagna tomarán la decisión de pagar o no a los organismos a solas. Sin embargo, estos últimos funcionarios insistieron en que el escenario más probable es que el Fondo convalide el acuerdo y el Gobierno pague.
Un vocero del BID confirmó que “Argentina se comprometió a pagar una serie de vencimientos que expiran en estos días”. Por su parte, Chris Neal, portavoz del Banco Mundial, indicó que “continuamos nuestras discusiones con Argentina y esperamos que puedan cumplir con sus declaradas intenciones de hacer todos los pagos vencidos al banco tan pronto como sea posible. Sin embargo, no podemos especular sobre un curso específico de los hechos”. En el Banco Central señalaron a Página/12 que ayer se hizo un giro en favor del BM por 16 millones de dólares, en concepto de intereses de la deuda. Pero la información no fue confirmada oficialmente, ni tampoco desmentida.
El Gobierno eligió jugar al silencio. Su intención fue no aparecer en la posición de haber cedido ante el Fondo. Pero tampoco le interesaba mostrar un endurecimiento en esta etapa de las discusiones, por lo que a la mañana un miembro del equipo económico anticipó que se les pagaría a losorganismos. El día transcurrió sin información oficial, hasta que llegó la orden de Duhalde de guardar estricto silencio, con la justificación de que no se quería entorpecer la negociación “a días de firmarse el acuerdo”, según dijo el presidente.
Duhalde señaló que en el pasado se trabaron las discusiones por declaraciones “mal interpretadas”, que terminaron jugando contra los intereses del Gobierno. Esta vez, para que nada derrumbe el castillo de naipes que tanto costó construir, el Presidente mandó a guardar silencio. Esta fue la explicación que dio el mismo Duhalde. Todas estas idas y vueltas es por un miniacuerdo de refinanciación de vencimientos hasta que llegue el próximo gobierno.