ECONOMíA
› AYER SE FIRMO LA CARTA DE INTENCION CON EL FMI Y HOY SE EMPIEZA A PAGAR
Hoy se paga el pasaje de regreso al mundo
Ayer salió la orden de pago al FMI del vencimiento de 1056 millones de dólares apenas se cerró el acuerdo técnico sobre la Carta de Intención, que prometen restituir apenas se firme el acuerdo stand by. El Gobierno se sacó obligaciones de encima, pero la negociación de fondo le quedó al próximo.
› Por David Cufré
La negociación del gobierno de Eduardo Duhalde con el FMI fue apenas el precalentamiento. El acuerdo mínimo que alcanzaron ayer las partes, luego de una última semana esquizofrénica, acorde con el tono que tuvieron las discusiones a lo largo de un año, despeja uno de los factores de tensión de la transición política. “Ahora el próximo presidente tendrá el camino despejado”, definió Duhalde, sin euforia pero con satisfacción. La administración que (se supone) asumirá el 25 de mayo no tendrá que remontar una relación quebrada con los organismos, que es lo que hubiera pasado sin el acuerdo. En ese sentido es que tiene el camino despejado. Pero deberá afrontar el enorme desafío de una negociación mucho más dura con el FMI, puesto que la próxima vez ingresarán en la agenda temas de fondo, como a costa de qué sacrificio fiscal-social habrá que volver a pagar la deuda, o cómo se reformará el sistema financiero y qué pasará con la banca pública, o cuál será el perfil productivo del país durante los próximos años.
Todas estas cuestiones exceden las decisiones que puede tomar un gobierno de transición y terminaron quedando al margen del convenio. El Ministerio de Economía y el Banco Central llegaron a un entendimiento con la misión del FMI después de la última jugada de presión de Lavagna, quien anticipó en conferencia de prensa que estaba resuelto a dejar de pagar si le volvían a correr el arco. El acuerdo es fruto de la decisión política del Grupo de los Siete de facilitar el recambio de gobierno. Los accionistas del Fondo fueron los que terminaron por imponerse a sus administradores técnicos, encabezados por Horst Köhler y Anne Krueger, quienes se hubieran sentido más contentos de haber podido mantener su fundamentalismo como lo hicieron durante un año.
El entendimiento establece la refinanciación de vencimientos con los organismos hasta el 31 de agosto próximo. Se trata de un programa stand by, según la definición técnica de Washington. El Gobierno se librará de pagarle al FMI 6600 millones de dólares hasta entonces, que se suman a los 5112 millones refinanciados durante 2002. Estos últimos pagos fueron postergados por un año, mientras que los compromisos que se prorrogarán durante los próximos ocho meses lo serán por plazos de uno, tres y cinco años. El Banco Mundial y el BID refinanciarán vencimientos por 4400 millones de dólares. La información fue suministrada por el Palacio de Hacienda, en uno de los comunicados que emitió durante un día de enorme agitación.
En esa cartera indicaron a Página/12 que el Gobierno levantará en los próximos días los compromisos caídos con el Banco Mundial y el BID, por 780 millones y 681 millones, respectivamente. Se trata de los vencimientos que se dejaron de pagar en octubre pasado y anteayer. Los desembolsos se harán antes del próximo 23, que es cuando se reúne el directorio del FMI para aprobar la Carta de Intención del acuerdo. El dinero será recuperado a medida que aquellas entidades efectivicen sus programas ya acordados con Argentina. Es decir que la devolución será gradual y demorará varios meses. Sin embargo, el viceministro de Economía, Oscar Tangelson, se encuentra en Washington negociando con el BM y el BID la aprobación de nuevas líneas de crédito para apurar el trámite.
Más sencilla será la cuestión con el FMI. El Gobierno emitió ayer una orden de pago en favor del organismo por 1056 millones de dólares para cubrir el vencimiento de hoy. Pero en la Carta de Intención se puntualizó que el dinero volverá al país no bien el 23 el directorio convalide los términos del acuerdo. Los dólares saldrán de las reservas del Banco Central. Curiosamente, habían llegado allí como parte del blindaje financiero que a fines de 2000 hizo soñar a Fernando de la Rúa con una economía pujante.
Para banqueros e inversores de la city, la circunstancial reducción de las reservas no acarreará problemas. Luego de obtenido el acuerdo con el FMI, con una tendencia bajista en la cotización del dólar y con la certezade que el dinero volverá a las reservas, el riesgo de una corrida contra el peso quedó descartado. Además, el Gobierno espera que el Banco Mundial y el BID incrementen sus líneas de financiamiento.
La historia de la negociación más larga del FMI con uno de sus países asociados tuvo un último capítulo lleno de tensión. El último lunes, los jefes de la delegación del organismo, John Dodsworth y John Thornton, se mostraron conformes con la Carta de Intención que se había negociado con el Gobierno durante la última semana. En ese momento Economía difundió que ya estaba todo listo para la firma del acuerdo. La última cuestión era que el Fondo exigía que el Gobierno pagara los vencimientos de esta semana antes de cerrar la negociación. Lavagna, por su parte, se plantó en que quería una señal de Washington para pagar. Y cuando se suponía que vendría la señal, el ministro informó que la discusión se había reabierto por diferencias en el programa monetario.
Lo que siguió a partir de ese punto fue una reunión del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y el vicepresidente del Central, Pedro Lacoste, con John y John. Eso ocurrió anteanoche. En ese momento empezaron a limarse las controversias. Luego hubo un encuentro final de los mismos protagonistas ayer por la mañana. Fueron discusiones muy duras, sobre todo las primeras, pero finalmente no hubo correcciones al programa monetario. La presión de Lavagna de patear el último tablero en pie dio resultado, y Köhler y Krueger terminaron por aceptar el acuerdo. En Economía señalaron anoche que todavía falta su última aprobación, pero el comunicado del FMI que ayer confirmó el entendimiento diluyó los miedos a una sorpresa final.
“Podemos confirmar que se ha logrado un acuerdo ad referendum entre los funcionarios del Fondo y los negociadores argentinos. El acuerdo está siendo transmitido a la gerencia del Fondo y será revisado por el directorio ejecutivo del FMI en los días venideros”, puntualizó Thomas Dawson, portavoz de la institución. Por la mañana, el mismo funcionario había anticipado que “esperamos firmar un acuerdo en las próximas 36 horas”. Finalmente, el Departamento del Tesoro emitió un comunicado destacando que “Estados Unidos da la bienvenida al acuerdo entre Argentina y el FMI para un programa transitorio”. Lavagna mencionó que “la negociación fue larga y dura, pero realista”. Al próximo gobierno no le espera nada mejor.
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