Para el ex titular del Banco Central Javier González Fraga, lo relevante tras el acuerdo con el Fondo radica en que el próximo gobierno tendrá todas las opciones de su lado: la chance de firmar un acuerdo de largo plazo al estilo tradicional o de patear el tablero y confrontar con el organismo internacional. Un escenario que, bajo el análisis del economista, favorece a quien suceda en el cargo a Eduardo Duhalde ya que le otorga más fortaleza a la hora de negociar mejores condiciones.
“El triunfador de las elecciones podrá mostrarse agresivo y confrontar con el organismo aprovechando que tendrá que hacer frente a vencimientos de la deuda inmediatamente a su asunción. Lo importante es que no hereda un plan de ajuste estructural y eso le permitirá moverse con mayor grado de libertad”, señaló González Fraga a Página/12. Por el contrario, dijo que “hubiese sido una carga pesada” que el gobierno actual no arribara a un entendimiento para postergar los vencimientos de la deuda. “La administración actual logra culminar la transición sin un default con los organismos. Eso es valioso para el momento político que sigue”, añadió.
Con respecto a la economía que viene, González Fraga estimó que el próximo semestre servirá para “consolidar” el proceso de reactivación. “No puede pensarse en una euforia en medio de la indefinición política, pero tampoco en un colapso como el imaginado por algunos en el pasado reciente”, opinó el experto en diálogo con este diario.
–¿Cuál es el próximo paso?
–Reestructurar la deuda con los acreedores privados. La Argentina tendrá que lograr un superávit primario de 3000 a 4000 millones de dólares, el equivalente a 4 puntos del Producto, de manera de cumplir con los pagos al exterior sin que ese proceso sea inflacionario. Es una meta cumplible –hay que recordar que los bancos de inversión reclaman un superávit de 6 puntos del PBI– si se toma en cuenta que en el último trimestre de 2002 se llegó a una pauta de esa magnitud.
–¿Tendrá que aplicarse una quita sobre la deuda?
–Habrá que elegir una entre una quita sobre el capital y una sobre las tasas de interés. Lo más fácil de lograr será esto último. Es importante lograr este paso ya que desde el punto de vista de la capacidad productiva estamos mejor. No me cabe ninguna duda que seremos un país competitivo y exitoso. En este contexto, no será difícil obtener un importante excedente de ahorro y empezar a cumplir con los acreedores. En este clima de mejora económica tampoco debe obviarse que los tenedores de bonos en default estarán más optimistas, lo que aumentará las chances de un arreglo lo más pronto posible. Eso ayudará a la normalización definitiva.