De nada sirvió la gestión de último minuto ni el pedido expreso de Eduardo Duhalde de “un esfuerzo adicional”. El Gobierno perdió la pulseada con las petroleras y las compañías dispusieron aumentos en los precios de las naftas y del gasoil. El incremento es consecuencia del traslado directo de la elevación de la alícuota del IVA del 19 al 21 por ciento, que volverá a regir a partir de hoy. En consecuencia, en las estaciones de servicio ya se ven, desde el primer minuto de hoy, aumentos de 2 centavos en las naftas y de 1,5 centavo en el gasoil.
Embalado por el éxito en las negociaciones con el Fondo, el Gobierno sentó a las petroleras en la mesa de negociación para pedirles que absorban una parte de la recomposición del IVA. Pero las empresas se negaron en forma terminante. No se amilanaron por las sucesivas declaraciones públicas formuladas por Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof y el vocero presidencial, Luis Verdi, durante la mañana. Quizás alertados por la posición inflexible de las petroleras, del encuentro se ausentaron los funcionarios más importantes. La reunión estuvo encabezada por el vicejefe de Gabinete, Julián Domínguez.
Ante la negativa, la propuesta oficial consistió en impulsar, en un futuro, una disminución o eliminación de la tasa hídrica que grava a los combustibles. La tasa hídrica representa 2,6 por ciento sobre el precio al público. Su eliminación compensaría el incremento del IVA. La respuesta de las empresas fue la obvia: comprometerse a trasladar esa eventual rebaja o anulación a los valores de venta. El planteo de esta iniciativa se pareció más a una forma digna de terminar la reunión que a un impulso concreto, según el análisis que hicieron varios ejecutivos de las compañías presentes en el encuentro. De hecho, no se agendó ninguna próxima reunión.
En público, las petroleras manifestaron que les era imposible hacerse cargo de una decisión referida a la política impositiva. Pero, en privado, algunas también hicieron valer el último acuerdo firmado con el Gobierno. Uno de las condiciones para mantener estables los precios durante tres meses es, precisamente, que no hubiera cambios en las cargas impositivas.
Los nuevos precios en Repsol-YPF para las naftas son: la normal , 1,698 peso por litro; Súper: 1,891; Fangio XXI: 1,972. Los de Shell se ubicarán entre uno y dos centavos por encima de aquellos, en tanto que Esso fijó los nuevos valores en surtidor, desde hoy, prácticamente en línea con los de YPF.
Además de los combustibles, a partir de hoy se esperan subas en los demás precios de la economía por la recomposición del IVA. Si bien en el Gobierno no lo admiten, hubo amplios sectores de la cadena comercial que se quedaron con la diferencia de dos puntos de IVA, sin favorecer a los consumidores. En algunos supermercados directamente se hizo la rebaja en la línea de caja al momento de facturar la compra.
En las cadenas se tomarán dos días hábiles para trasladar el nuevo precio a las góndolas, dijo a este diario Ricardo Basualdo, gerente de la cámara del sector. Basualdo negó la posibilidad de que las empresas absorban una parte del aumento del IVA. “Nuestros márgenes de rentabilidad son muy bajos”, justificó. Y sugirió que el Gobierno “interceda ante los proveedores para lograr rebajas de los productos”. El ejecutivo de una cadena de supermercados líder negó, en diálogo con Página/12, que el Gobierno haya tenido contactos para lograr un abaratamiento de precios. Cabe recordar que el ministro Lavagna prometió “novedades” en ese sentido para la semana que se inicia mañana.