La noticia del acuerdo con el Fondo confirmó el clima de calma en el mercado financiero. El dólar cayó tres centavos, a 3,21 pesos para la compra y 3,27 para la venta, aunque algunas casas de cambio lo vendieron a 3,25 o 3,26 a última hora. Aunque Roberto Lavagna no ofreció detalles de cómo mantendrá al dólar “sin cambios bruscos”, lo más probable es que el Banco Central dicte nuevas medidas de liberalización cambiaria en los próximos días. Es la única esperanza de los funcionarios para ponerle un piso a la tendencia bajista.
“La lógica es que el peso se fortalezca, pero en el mediano plazo”, opinó el ministro de Economía. En el mercado de futuros del dólar se produjo algo llamativo: hubo bajas, tal cual lo sucedido en el mercado “presente” (spot) salvo para la cotización de fines de mayo, justo cuando se producirá el recambio de gobierno. Con respecto al cierre anterior, ayer hubo una suba del 2 por ciento, a 3,60 pesos por dólar. En el cierre de la semana, el BC embolsó 13,7 millones de dólares para sus reservas y ya posee 10.730 millones. En lo que va del mes ganó 423,1 millones.
El clima de tranquilidad se trasladó al sistema financiero. Las tasas de interés pasivas cayeron a lo largo de la última semana. Por un plazo fijo a 30 días en pesos, los bancos ofrecen 16,2 por ciento anual en promedio, según la encuesta del Central. Ese nivel se ubica dos puntos por debajo al relevado una semana atrás. En el mismo lapso, los plazos fijos aumentaron en 250 millones de pesos, y aún resta conocer las cifras oficiales sobre el comportamiento de los ahorristas que rescataron sus depósitos inferiores a 7000 pesos que quedaron en el corralón.